Un solo mandamiento

Aprendemos de las obras de los cabalistas que todo lo que se preparó para nosotros fue la ruptura, la cual tenemos que corregir. Por lo tanto, sólo hay un mandamiento: la corrección de la ruptura, es decir, la restauración de la conexión entre las almas; éstas tienen que unirse y convertirse en una sola alma, otra vez.

Puesto que el alma colectiva y sus partes (cada alma por separado) se rompieron en multitud de pedazos, nos parece que estamos llevando a cabo muchas acciones diferentes pero todas ellas representan una misma acción: la unificación. En primer lugar, tenemos que limitar nuestro deseo egoísta y elevarnos por encima de él, en otorgamiento por el bien de otorgar; esto es llamado «arrepentimiento desde el temor«.

Después de esto, debemos corregirnos para recibir por el bien de otorgar; esto es llamado «arrepentimiento desde el amor».  «Ama a tu amigo como a ti mismo» es el resultado de toda nuestra corrección. Como resultado, todas las partes se unifican en un todo, sin ningún tipo de diferencia entre ellas. En otras palabras, en esencia sólo existe un mandamiento: conectarse.

Estamos aún por descubrir, en qué medida todo en este mundo ha sido diseñado y preparado para que dicho mandamiento se aplique. Está todo arreglado con el fin de darnos una oportunidad de ascender (de una forma buena y simple), en primer lugar a la revelación del estado de rompimiento y después a su corrección. Por lo tanto, creemos que tenemos que hacer muchas acciones con nosotros mismos, dentro del grupo, la familia, la sociedad, el mundo, y toda la humanidad pero, deberíamos siempre tener en cuenta (estar en la intención) de que todo eso es un único acto de unificación.

La naturaleza de esta acción, alcanzar la unidad, nos trae una gran confusión que hace que no entendamos por qué hemos de someternos a diferentes estados que nos llevan a sentir pesados, confusos y vagos, y por qué vienen a nuestra vida tantas dificultades y problemas. Verdaderamente, sólo existe una causa para ello: la falta de conexión. El remedio para cada una de estas situaciones es conectarse de nuevo.

Si pudiéramos ver nuestra condición actual y el siguiente estado deseado, desde nuestra falta de conexión a la unidad, entonces, todos nuestros problemas se curarían, todo quedaría claro y lleno de Luz. Por otra parte, si seguimos manteniendo la intención correcta, vamos a superar nuestra confusión y ruptura y, llevar a cabo la acción de la unidad o de la fe por encima de la razón.

En otras palabras, no me voy a ahogar en los deseos, sentimientos, falta de comprensión y oscuridad sino que, voy a darme cuenta de que todo esto es un efecto de la ruptura y que si hago todo lo que depende de mí, con el fin de alcanzar la unidad, seré recompensado con la Luz.

(22651 -De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 5 de octubre 2010, El emor por el Creador y el amor por las criaturas.)

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