Yo – Nosotros – Uno

thumbs_laitman_939_01Si anhelamos alcanzar un estado de Arvut, debemos retratar esta meta de alguna manera como un estado general en el que estamos conectados, describir para nosotros mismos qué significa estar «juntos». Así es como alcanzamos el concepto de «centro del grupo«, la unidad que se produce entre nosotros y se estabiliza como nuestro bien común.

Nosotros volvemos socios en la construcción de esta comunalidad de «Casa, Kli, y vasija». Cada uno debe llevar la parte más esencial y valiosa de su corazón, el «punto en el corazón», y así, a partir de diez puntos «en el corazón», construimos este Kli. Del «yo» + «yo» + «yo» + «yo» que están conectados juntos, emerge el «nosotros». Y después de eso, este «nosotros» también se derrite y se convierte en «Uno».

Este es un problema psicológico. Mientras tanto nosotros no sentimos ni entendemos cómo es esto posible, pero así es como sucede. Ciertamente, todo se realiza sólo a través de la influencia de la Luz, pero es acorde a nuestros esfuerzos. Y entonces alcanzamos el concepto de la «bola de frambuesa». Este no es un término cabalístico, pero así la llamamos. Como niños que juegan con una pelota, así, mientras tanto, jugamos nosotros con la unidad.

De esta manera alcanzamos la tercera sección en el camino, la bola de frambuesa, y hay que aclarar qué es esto. Una bola de frambuesa es nuestra unidad, la conexión entre nosotros, dentro de la cual todo el mundo desaparece. Cada uno sale de su «yo» hacia todos nosotros, y después este «todos nosotros» se convierte en uno.

Olvidarme de mí mismo y conectarme, también es posible en la vida regular, como lo hacen los equipos deportivos, las bandas criminales o los piratas. Esto es muy fácil cuando todos tienen un objetivo egoísta en común: robar un banco o navegar en un submarino. Hubo un incidente en el que un submarino comenzó a hundirse y parte de la tripulación podría haber escapado. Pero cuando supieron que la otra mitad no sería capaz de salir del submarino, regresaron porque no podían abandonar a sus amigos, y se ahogaron con ellos. Este trabajo especial que tomaron sobre sí mismos hizo para que uno pueda entender cómo podría vivir sin el otro. La conexión se hizo más querida para ellos que la vida. Pero este sigue siendo un enfoque egoísta en el marco de este mundo, a pesar de que fue un hecho muy especial.

La bola de frambuesa es especial en esto, porque nosotros necesitamos entender cómo conectarnos. Todavía estamos aprendiendo cómo unirnos. Mientras tanto, son intentos y no acciones prácticas, a pesar de que somos completamente serios con respecto a cómo trabajar en ellos.

Esta es la educación. Y después de esto, debemos exponerles el conocimiento a nuestros estudiantes en los cursos integrales y explicarles lo que está pasando con nosotros y con toda la humanidad y qué debe pasar si queremos nuestra continua evolución para avanzar en el buen camino, en el camino de «Yo lo aceleraré». Y si no, entonces tenemos que avanzar por el camino del sufrimiento a través de las mismas etapas, pero en total confusión sin entender nuestro desarrollo ni sentir nada, salvo el mal.

¡Imaginen la inmensa diferencia en el avance a través de explicaciones, ayuda mutua, e influencia de la Luz, o escapar de los golpes; cuánto sufrimiento pasaremos! La diferencia entre el camino del sufrimiento y el camino de la Luz es inmensa.

Por lo tanto, la primera etapa es comprender la Arvut (garantía mutua). La segunda etapa es de lo que ésta está compuesta. La tercera etapa es la bola de frambuesa: cómo a partir del concepto de «Nosotros» nos convertimos en «Uno». Esto es posible a condición de que dentro de esta unidad, nosotros empecemos a sentir el Creador, a entenderlo. La sensación de que juntos estamos buscándolo a Él, como un equipo de comandos, nos lleva a la verdadera unidad, a un todo perfeccionado.

(125035 – De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 07/01/14, Lección sobre el tema: «Preparación para la Convención»)

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