Actualizándonos según la versión del Creador

dr. michael laitmanBaal HaSulam, «La esencia de la religión y su propósito»: La persona más desarrollada reconoce en sí misma una mayor cantidad de mal, y por lo tanto repele y separa el mal desde dentro, en mayor medida. La que no se han desarrollado siente en sí misma sólo una pequeña cantidad de mal, y por lo tanto, rechaza sólo una pequeña cantidad de mal. Como resultado, ella deja por dentro toda su suciedad, porque no la reconoce como suciedad.

Existe la más elevada y real imagen de la realidad: el bien y el mal ante los ojos del Creador. Yo estoy en la parte más baja y tengo que cambiar mi noción corrupta del bien y el mal de acuerdo a la manera en que Él las ve.

Aquí abajo, cada uno tiene su propia balanza, sus propios criterios. Cada uno juzga lo que es bueno y lo que es malo para él según el criterio de su egoísmo. Esto se aplica a nuestro comportamiento con los demás, a diversas actividades, hábitos, etc. Yo puedo separarlo todo en la vida de acuerdo a las categorías del bien y del mal. Consecuentemente, espero la recompensa del bien en este mundo o en el mundo futuro, y por el contrario, lo malo me promete castigo aquí o allá.

Como resultado de ello, yo me siento atraído hacia algunas cosas y trato de mantenerme alejado de otras. Cada uno tiene su propia «mesa preparada» («Shulján Arúj» es el código de leyes y reglamentos), cada uno determina por sí mismo qué acercar y que alejar de acuerdo a la evaluación de la recompensa y el castigo. En la Cabalá, nosotros le añadimos a esto una «superestructura» más elevada, el criterio de las buenas y las malas cosas ante los ojos del Creador, de acuerdo a las cuales Él recompensa y castiga con el fin de acercar más a la persona hacia Él.

Entonces, se me asignó voltear mi «mesa preparada», traer mi análisis, definiciones y evaluaciones desde mi propio reino al reino del Creador. Yo quiero juzgar, ver, reconocer y relacionarse con el mundo como Él lo hace. Se nos dice: «Haz tu deseo como Su deseo».

Todo el método de corrección es, en esencia, un sistema o una máquina, un dispositivo con el que yo mismo puedo cambiarme la conciencia del bien y el mal, cambiándolo desde los criterios de mi inclinación al mal hacia los criterios del Creador, la inclinación al bien. Estamos hablando de cambiar las actitudes, las sensaciones y los principios de análisis y las soluciones; todo esto llena mi «contenedor». Un programa básico se transforma en mí, el cual está diseñado para probar y tomar decisiones, un sistema experto. Una y otra vez, la Luz viene y cambia todas mis inclinaciones.

Con esto, el «hardware» del sistema sigue siendo el mismo: Mi «sinapsis» funciona como antes, mis «celdas» siguen respondiendo a los impulsos. Pero la Luz me «reprograma» gradualmente, me conecta de una manera nueva, y crea nuevos algoritmos.

De este modo, ocurre mi «reformateado» espiritual, una actualización de la versión original de mi propio deseo de la versión final, el deseo del Creador. El método de corrección se desarrolla una y otra vez y aumenta la sensación de la realización del mal en mí, ayudándome a transformar mi visión del mundo, mis gustos y mi mentalidad. Todo en mí es reemplazado gradualmente por piezas nuevas, además lo hace con mi consentimiento y por mi propio deseo.

(119893)
De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 11/7/13, Escritos de Baal HaSulam

Material relacionado:
No existe el bien sin el mal o el mal sin el bien
El Creador es siempre el bien absoluto
La religión es un sistema de relaciones con el Creador

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *