Amansa la salvaje inundación

Pregunta: Cada vez que trato de enfocarme en la lección, descubro que estoy distraído por un sinfín de pensamientos irrelevantes. ¿Qué debo hacer?
Respuesta: Todo viene del Creador y es llamado el «despertar desde Arriba» (Itaruta de-Leila). Si la Fuerza Superior instila malos pensamientos en ti junto con los buenos, es similar a una inundación que arrastra mucha suciedad. Cuando intentas filtrar el agua, los escombros salen a la superficie. Sin embargo, es necesario que filtres la «suciedad» y te des cuenta de lo que arrastras. Por lo tanto, atraer Luz que Reforma trae la sensación de «suciedad,» mostrándote cuánto necesitas corregir aun.

Un principiante en la Cabalá no entiende la razón detrás de todo esto y se confunde; el anhela lo bueno pero experimenta estados terribles. Aun no tiene el suficiente poder interno para conquistarlos, ni comprende qué está sucediendo. ¿Por qué debe soportar tales condiciones? Es necesario porque «nadie es tan sabio como el experimentado». A través del estudio continuo, una persona sentirá que tales estados son necesarios.

No puede ser nunca de otra forma, que una persona no experimente «suciedad», deseos y pensamientos no-espirituales. Esta es una señal de su inhabilidad para atraer la Luz que Reforma, la cual discierne los deseos no corregidos que uno necesita reconocer como «malos» y con necesidad de corrección. Uno debe pedir su corrección, no su aniquilación.

Por tanto, cuando leemos un texto cabalístico y nos sentimos mal, es una señal de que estamos en la dirección correcta, y que la Torá nos sirve como «poción de vida» porque revela nuestros desórdenes internos que necesitamos corregir. Si, por otra parte, nos sintiéramos bien, confiados, orgullosos, y superiores, sería una señal de que la Torá sirve como una “poción de muerte”, permitiéndonos dormirnos en nuestro egoísmo y sentirnos más y más satisfechos.

Así, debemos regocijarnos de que durante nuestros estudios, nuestros «pecadores» internos se revelen. Esto significa que la Torá nos está mostrando y está corrigiendo nuestro mal; de hecho, como está escrito: «Yo creé la inclinación al mal y otorgué la Torá para corregirla». Así es como una persona puede verificar si se está moviendo en la dirección correcta hacia el reconocimiento de su malvado egoísmo.

Mientras más estudiamos, más conscientes nos volvemos que el mal reside dentro de nosotros, y nuestra prioridad es corregirlo. Con respecto al resto del mundo, debemos rezar por su despertar y básicamente justificarlo («Ladun Kol Ejad Le Kav Zhut»).s

(De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 28 de julio 2010 sobre El Zohar.)

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