Aprendiendo por el bien del pan diario

Tenemos que dar a la gente una explicación sobre cuál es la solución a los problemas modernos. Incluso si no va a ser posible evitar los problemas, sin embargo, la gente nos escuchará con el tiempo. No les queda ningún otro remedio.

Cuando la crisis se agrave, cuando las fábricas cierren y los bancos se vacíen, la agitación de las masas comenzará. El pueblo se levantará con las demandas, sin importarle qué tan realistas son. El gobierno podría justificarse razonablemente, pero a la gente no le importará, y dirá: «¡Estás en el poder, y por lo tanto eres responsable!»

Momentos como ese o en las pausas entre ellos son precisamente en los que la gente nos escuchará. Y será tanto la gente común como los poderosos los que querrán escuchar. Los magnates querrán construir el sistema de educación del que estamos hablando, por su propia voluntad con el fin de tranquilizar a la gente y elevarla por encima de la línea de pobreza. De lo contrario la gente les quitará todo a ellos, ya que esto ya ha sucedido en la historia en varias ocasiones. El peligro les obligará a hacerse cargo de las agitaciones y de las explicaciones y de dirigir a la gente hacia la unificación mutua, hacia un sistema global, integral, el que la naturaleza nos obliga a crear.

Después de todo, esto no es capricho de alguien, sino precisamente una llamada de la naturaleza, de la que no podemos huir. Cuanto más nos esforcemos en esta dirección, menores serán nuestras molestias y problemas.

Obviamente, no vamos a empezar a hablar de una distribución justa de inmediato. La primera tarea es proporcionar a las personas la cantidad de dinero que necesiten para sobrevivir. Y en respuesta ellos tendrán que hacer un esfuerzo en el estudio.

Cuando aumente el desempleo, las masas de personas se quedarán sin nada que hacer. La gente tendrá que distribuir su tiempo de manera que trabajen la mitad o un tercio de la jornada de trabajo, y que dediquen el resto del tiempo a un estudio obligatorio. En esencia, este se convertirá en el verdadero trabajo: La persona trabajará sobre sí misma. Con el fin de hacer pan del trigo, es necesario despertar una fuerza que elevará el trigo.

Este año ya veremos cuan incómodo es producir el pan en condiciones de crisis económica y ecológica. Y estudiar, junto con los esfuerzos para crear un entorno, es parte de nuestro trabajo en este mundo. Nosotros por lo tanto despertamos la fuerza en el mundo que se necesita para nuestra existencia material.

La persona estudiará con el fin de otorgar a los demás, con el fin de proporcionar el pan diario para ellos. Como Baal HaSulam escribe, el otorgamiento al prójimo y el otorgamiento al Creador son la misma cosa. Así es como la gente llegará a la espiritualidad, sin sufrimiento y sin estudiar la ciencia de la Cabalá.

(56420 – De la 5º parte de la lección diaria de Cabalá del 4 de Octubre del 2011, «Paz en el Mundo»)

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