Cambiando tu apartamento de la planta baja al primer piso

Dr. Michael LaitmanExisten muchos grupos que hablan acerca del amor y la conexión. Las relaciones entre la persona y la sociedad o entre la persona y el Creador determinan el carácter de la sociedad, el movimiento, el partido, la religión, o la tendencia.

Existen muchas conexiones así pero nosotros las dividimos en dos: de acuerdo a la necesidad y de acuerdo al anhelo de la persona por alcanzar al Creador, quien no lo deja descansar, y lo fuerza a buscar sólo una meta en la vida, buscar la fuerza superior, la razón para vivir, el significado de la vida, a «quién le doy placer». Esa persona tiene que alcanzar la raíz, la fuente de su existencia.

Esta es la primera condición de acuerdo a la cual la persona es incluida en un grupo de cabalistas. Al unirse al grupo, nosotros no revisamos mediante un instrumento especial este atributo en nadie, pero si la persona no tiene la chispa de buscar al Creador, la inclinación, la pasión, el hambre interna, entonces ella no pertenece a ese grupo y eventualmente lo abandonará. Esto puede suceder incluso después de 10 a 15 años de estudio.

Esos años de estudio ciertamente no se borran simplemente de su vida porque ella trabajó durante este tiempo y esa es parte de la corrección de su alma, pero nosotros solo nos quedamos con las personas en quienes existe una chispa que las obliga a alcanzar la revelación de la fuerza superior, dado que esto es lo único que ellas quieren.

Esta es la razón única y principal de estar en un grupo y todo lo demás es sólo un medio para alcanzar esta meta. Gradualmente ellas aceptan esos medios pero no de inmediato; esto se hace paso a paso como parte de una lucha interna y ellas ciertamente no están dispuestas a aceptar esto de una sola vez. Esto se debe a que todos los medios para revelar al Creador operan en contra de nuestro deseo, en contra de nuestros atributos naturales, en contra de nuestros hábitos, y en contra de nuestra formación, dado que todos son anti egoístas.

Entonces a la persona le toma tiempo entender y sentir finalmente que el primer alcance del Creador tiene lugar en la vasija espiritual colectiva, en la conexión entre nosotros que nos obliga a conectarnos con toda la realidad.

Toda la realidad en los niveles de la naturaleza inanimada, vegetativa, animada, y hablante están en la persona, en la conexión entre las personas, y especialmente en la conexión entre los amigos en el grupo. Sólo dentro del grupo es recompensada la persona con libre albedrío y con la decisión de hacer que éste sea más fuerte o no, con el fin de conectarse a él. Con esto, ella crea un lugar para la revelación del Creador.

Esta es la única manera en que funciona: La persona asciende de su planta baja, que está en el «suelo» (en su deseo de recibir) al primer piso, a la corrección de sus deseos. Desde ahí, junto con los amigos, corrige la conexión entre ellos, y asciende al segundo piso, a la revelación del Creador quien se revela como el que habita en la vasija colectiva llamada Shejiná.

Así, la persona alcanza la meta que ha anhelado desde el principio, sin saber hacia qué exactamente es atraída y cómo llenar este deseo que no queda claro. Ella pasa por este largo camino con el fin de alcanzar esta meta que subconscientemente ha sentido que es lo único que necesita en la vida.
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De la 1º parte de la Lección diaria de Cabalá del 6/06/13, Escritos de Rabash

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