Características especiales del alma

El Zohar, capítulo «Itró» (Jetro), ítem 190: Este es un hombre que se enoja, pero no rápidamente. Él detiene su estado de reposo, pretende ser sabio cuando no lo es, y siempre eleva su cabeza para mirar. En el exterior, es pendenciero, pero en su casa, no lo es. Él no considera la Torá, para observarla. Las palabras de la gente son una carga para él, y él les responde enérgicamente.

El Zohar habla acerca de la persona en nosotros, que está siendo revelada constantemente. Hay 125 niveles en el interior de nuestro deseo común de disfrutar, y cada uno de ellos contiene sus propias capas interiores o estados. Y cada vez, dentro del nuevo deseo, se revela una nueva capa de cualidades, una nueva imagen de la persona en mí, la imagen de mi equivalencia con el Creador, la imagen del Creador dentro de mí, la imagen de mi semejanza y oposición al Creador.

La combinación completa de las cualidades internas y externas que están presentes en el Rosh (cabeza), Toj (cuerpo), Sof (las terminaciones del Partzúf del alma), los Kelím (deseos) que pueden ser utilizados, y los deseos que no pueden ser utilizados por el momento puesto que no hay pantalla por encima de ellos, así como los deseos que no pueden ser utilizados hasta la corrección completa, llamados «Lev Ha Éven» (el corazón de piedra), la suma total de estos deseos se llama el humano en nosotros.

Todas y cada una de las veces, en cada momento de mi camino mientras avanzo hacia el estado del hombre perfecto, revelo la imagen del humano en mí. ¿Cómo puedo reconocer qué tipo de persona se ha revelado en mí ahora y quién soy yo en este momento de acuerdo con el interior de los signos externos que descubro en mí mismo?

Por todas las características especiales distintas que revelo en las Sefirót de Rosh, Toj, y Sof del Partzúf de mi alma, puedo decir que la imagen es ahora inherente a mí. Es como si leyera sobre mí en mi tarjeta de identidad que tiene una descripción detallada de mis características.

A partir de aquí yo entiendo quien soy y qué soy. Puedo llegar a conocerme a mí mismo, es decir, mis cualidades, cuáles de ellas trabajan por el bien del otorgamiento, cuáles trabajan en contra de él, cuáles siguen siendo egoístas, cuánto las he restringido, cuánto están en la Klipá, y en qué medida están sujetas a correcciones.

Todo esto es la imagen de una persona y no hay nada fuera de él. Esta imagen incluye todo.

Por lo tanto, al leer este capítulo en el Libro del Zohar, debemos pensar constantemente en nuestros estados espirituales como fotogramas de una cinta de película que se desentraña ante de mí, mostrando continuamente una nueva imagen de la persona en mí hasta que todas estas imágenes se unan y yo alcance un solo estado. Sin embargo, todas las imágenes anteriores también son guardadas. Luego, sobre la base de todos los pecados y transgresiones, alcanzo la imagen verdadera, perfecta, el Humano que es similar al Creador.

(De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 16 de Marzo del 2011, El Zohar)

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