Cuando las preguntas del faraón nos superan

Pregunta: ¿Qué tenemos que decirnos a nosotros mismos cuando las preguntas del Faraón nos superan?

Respuesta: Una persona religiosa no padece estas preguntas, se contenta con el hecho de que recibe conocimiento mediante el estudio de la Torá. Sin embargo, una persona que estudia Cabalá, constantemente se pregunta: ¿Por qué estoy haciendo esto?, ¿dónde estoy? y ¿cuándo voy a alcanzar el objetivo de la creación? Es decir, uno se encuentra en un permanente estado de análisis interno. 

El entorno que le rodea vive también  dentro de las mismas circunstancias, la misma vigilancia y eso le influye. Además, el ambiente no lo forman sólo el conjunto de personas que directamente le rodean, sino miles de personas en todo el mundo que estudian la Cabalá y piensan en esa misma  dirección. Todos ellos se mueven de forma sincronizada, como si fueran arrastrados por un viento poderoso, o por las olas de un tsunami que se aproximan, una detrás de otra.

Por lo tanto, estas preguntas surgen en cada persona: «¿Quién es este Creador, y por qué debo escuchar Su voz? ¿Para quién estoy haciendo todo esto? ¿Qué me aporta este trabajo?». Es decir, ¿por qué estoy haciendo todo esto? ¿Es con el fin de alcanzar el otorgamiento? Pero, ¿qué beneficio me traerá a mí?

Estas preguntas vienen del Faraón, nuestro ego, y son muy justas y acertadas. Está escrito en el Libro del Zohar que el Faraón era más inteligente que todos los demás, y la mayor sabiduría estaba acumulada en Egipto. El Faraón personifica toda la vasija espiritual, todo el deseo que fue creado por el Creador. Por lo tanto, cuando el Creador desea atraer a una persona (Moisés y la nación de Israel) más cerca de Sí, le dice: «¡Ve hacia el Faraón!» ¿Dónde más podría una persona conseguir el deseo de revelar quién es? Sólo del Faraón. El Creador dice: «Yo mismo iré contigo.»

Por lo tanto, no tienen otra opción. Necesitan acudir al Faraón para obtener la fuerza del deseo egoísta ya que sin ella es imposible el avance. ¿Dónde si no iban a conseguir esta sabiduría? Sólo del Faraón; de la Luz de la sabiduría, de la Luz de Jojmá que existe en estos deseos.

Por lo tanto, es bueno que surjan en nosotros las cuestiones del Faraón. Sólo necesitamos trabajar con ellas.

(De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 3 de agosto 2010 sobre el artículo, Éstas son las generaciones de Noe.)

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