El arte del equilibrio

Dr. Michael LaitmanPregunta: ¿Cuál es la definición absoluta del bien y del mal?

Respuesta: El bien es el equilibrio, la armonía y la integridad entre todas las partes de la naturaleza. El mal es todo lo contrario, la falta de equilibrio, la falta de integridad, erupción de una de las fuerzas, lo cual conduce a guerras y desastres.

En otras palabras, el bien sin el mal tampoco es una buena situación. Parece evidente que un día soleado es mejor que un día de lluvia, pero si esto aumenta a un nivel extremo, este calor lo quemara todo.

Y así todo lo bueno se oculta dentro del equilibrio. Esto significa que yo debo mantener el equilibrio entre los tres niveles de mi existencia: el corporal (bestial), el humano y el espiritual. El nivel corporal es la salud, la economía doméstica, la nutrición saludable, el sexo sano, y las relaciones saludables en la familia. Tenemos que enseñarles todo esto a las personas, debido a que, a diferencia de los animales, no se heredan instintivamente los rasgos como estos.

El nivel humano es mi relación con la sociedad, con el entorno. El nivel espiritual es mi aspiración espiritual: mi meta en la vida, mi percepción de la realidad, la forma en que imagino lo que está más arriba. Estos tres niveles juntos requieren de un equilibrio.

Pregunta: ¿Cómo puede describirse el equilibrio en el nivel humano, en las relaciones con el entorno?

Respuesta: No sentimos una división entre nosotros, pertenecemos a una comunidad unificada, a un cuerpo humano; estamos conectados en un solo sistema. Y entre nosotros queremos organizar relaciones equilibradas de cooperación mutua.

En última instancia, nada nos separa, somos un todo único. Dependemos unos de otros aunque no sintamos esta dependencia, las respuestas a todas mis peticiones llegan en ese momento, inmediatamente me suministran lo que falta, y yo con mucho gusto les doy a los demás lo que a ellos les falta.

Esto se llama equilibrio en la sociedad humana, es una interacción recíproca basada en las dos fuerzas opuestas que hay en todo el mundo. Uno para todos y todos para uno. Tenemos que alcanzar esto.

Pregunta: Entonces, ¿cuál es el camino para hacer esto? ¿Cómo mantendremos la dirección correcta hacia la meta?

Respuesta: En primer lugar, tenemos que estudiarlo. Si yo trato de organizar mi vida en la familia y en otros marcos como este, empezaré a sentir el equilibrio, la armonía, entre nosotros y el entorno. Y en esta vecindad inmediata se revela algún tipo de poder compartido, el bueno y benevolente.

Por un lado, nosotros la creamos, pero por otro lado, está latente en la naturaleza que está por encima de nosotros. De esto se deduce que no creamos el poder en sí, sino las condiciones para su descubrimiento. Y luego nos conectamos a ella: ésta nos llena y nosotros la construimos y la creamos cada vez más, hasta haber completado la armonía entre nosotros y esta fuerza. Esta es la meta, y es llamada «el bien perfecto».

Pregunta: ¿Esto significa que mi «brújula» es la buena fuerza que se descubre en cada conexión y mi interacción entre el entorno y yo?

Respuesta: Esto es precisamente entre nosotros. Somos iguales y aparentemente desaparece, dejando sólo un deseo, y es para mantener el equilibrio de toda la armonía y la unidad.

Y de acuerdo a este estado general integral entre nosotros, ahora yo defino el concepto del bien y del mal. Yo llamo al equilibrio «el bien» y a la falta de equilibrio «el mal».

Repito, lo principal es alcanzar el equilibrio con el entorno inmediato, en la conexión de la cooperación mutua. Aquí se encuentran el «más» (+) y el «menos» (-), el dar y el recibir, como en el intercambio de materia, aquí hay un intercambio de sensaciones y relaciones que están llevándose a cabo. Es lo mismo que en el nivel del inanimado, vegetativo y animado, pero ya en un nivel mental y espiritual.

Y en este nivel, se desarrolla dentro de nosotros un «sentido» del mal, la habilidad de reconocer el mal con base en una vara de medición universal: el equilibrio entre las personas, el amor mutuo, la conexión; todo esto es el bien. Y la salida de la unidad, la distancia de ella, es el mal.

Esta debe ser la base de la educación del ser humano moderno. Esto se debe esencialmente a que él no necesita nada más que esto. Esto le traerá éxito en la vida.

(139000 – De Kab.TV «Una Nueva Vida» del 10 de abril del 2014)

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