El holocausto cambio los genes de generaciones de judíos

Dr. Michael LaitmanEn las noticias: (Max-Planck Gelseleschaft) «Un equipo internacional dirigido por Rachel Yehuda, profesora en el hospital Mount Sinai en Nueva York y, por la analista en estudios moleculares Elisabeth Binder, directora del Instituto Max Planck de Psiquiatría en Munich, estudió los genes de 32 personas judías que habían estado retenidas en campos de concentración, donde experimentaron torturas o, se habían visto obligados a la clandestinidad durante la Segunda Guerra Mundial. Las investigadoras examinaron, además, los genes de los niños del grupo que, se sabe que tuvieron una mayor probabilidad de trastornos de estrés y compararon los resultados con los de familias judías que vivieron fuera de Europa durante el holocausto.

Las científicas se concentraron en los cambios epigenéticos en el gen FKBP5 que ha sido, durante mucho tiempo, el enfoque de la investigación de Elisabeth Binder. “Con la ‘epigenética’ nos referimos a todos los procesos que no cambian el código genético real, pero alteran su accesibilidad, explica Elisabeth Binder. El gen FKBP5 determina la eficacia con la que el organismo puede reaccionar a las hormonas del estrés, por lo que regula todo el sistema de la hormona del estrés. El gen FKBP5 se altera en varias enfermedades tales como el trastorno de estrés postraumático o depresión mayor y ahora se ha asociado con efectos intergeneracionales”.

Los resultados sugieren que la ‘herencia epigenética’, donde las experiencias de vida de una persona pueden afectar a los genes de su descendencia, puede desempeñar un papel importante en el desarrollo del niño. “Los cambios genéticos en los niños no parecen estar mediados por la adversidad experimentada durante su propia infancia, pero se pueden atribuir a la exposición de los padres al holocausto”, dijo Rachel Yehuda. «La influencia ambiental como estrés, tabaco o dieta, pueden afectar los genes de nuestros hijos. La detección temprana de este tipo de marcas epigenéticas puede ayudar en el desarrollo de estrategias preventivas para hacer frente a los efectos intergeneracionales de la exposición al trauma.

Mi comentario: Todos nosotros, toda la humanidad y todas sus generaciones, están completamente interconectados como un solo organismo. Por lo tanto, es natural que toda la información sea transmitida a todos, de inmediato, tanto ‘arriba como abajo’, dentro de una generación y entre las generaciones y, siempre se conserva en la memoria compartida, que es nuestra causa común y la corrección completa.

En este caso en particular, hasta que los judíos no cumplan con su propósito -de  llevar al mundo a un todo- este recuerdo los obligará a cumplir con su misión.
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