El mundo es lo que alcanzamos

Dr. Michael LaitmanEl estándar por el cual se evalúa la sabiduría.

El valor de cualquier sabiduría en el mundo, está de acuerdo a su propósito. Esta es la meta a la que todos los escrutinios aspiran. Por lo tanto, una sabiduría sin propósito es inconcebible, excepto para niños jugando, ya que vienen a pasar el tiempo y ese es su propósito, de acuerdo con su valor. Por esta razón, una sabiduría no es evaluada ni por perspicacia ni por habilidad, sino de acuerdo con el mérito de su propósito.

Por lo tanto, el único propósito de la sabiduría externa es la corporalidad, que de seguro desaparecerá hoy o mañana. En ese caso, es suficiente que el sujeto sea igual al predicado.

Y, aunque la sabiduría, de alguna manera, tiene muchas ventajas en esos temas, no deja de ser un elemento espiritual, pero ya hemos dicho que es evaluado por su propósito, que es su persistencia en la eternidad. Y si el propósito es transitorio y fugaz, se pierde junto con él. (Baal HaSulam, La sabiduría de Israel en comparación con las sabidurías externas)

Naturalmente, nuestro universo y sus leyes, que nos parecen inquebrantables, tiene su principio y su fin. Hay un principio, un medio, un clímax y un ocaso, reducción y extinción en el desarrollo de todo sistema dinámico.

Por lo tanto, vemos que las leyes que estudiamos y consideramos absolutas existen sólo en el marco de los sentidos y sólo con respecto a nosotros. Si nuestros sentidos fueran diferentes, podríamos alcanzar leyes y conexiones totalmente diferentes.

Pregunta: ¿Quiere decir que hay que cambiar internamente para convertirse en físico? Yo estudio y exploró cómo el mundo a mi alrededor cambia y crea los instrumentos necesarios.

Respuesta: Sobre todo, cuando estudio algo en cualquier campo, puedo congelar un determinado parámetro y seguir estudiando con ese parámetro fijo.

Es lo mismo aquí cuando subconscientemente se congelan nuestros sentidos egoístas y los usamos para explorar el mundo. Por lo tanto, nos parece que no hay nada más que el mundo que vemos, pero olvidamos que percibimos todo a través de nuestros sentidos que inicialmente los fija la naturaleza.

Si pudiéramos cambiarlos, una ciencia totalmente diferente surgiría con base en los nuevos sentidos. Esta variable cambia radicalmente todas las leyes, las torna de absolutas a relativas. Resulta que en cada nivel y en cada cambio interno se crea una ciencia totalmente diferente, un estado diferente, un mundo diferente. Esto es lo que la persona alcanza.

De acuerdo a la sabiduría de la Cabalá, cuando una persona comienza a cambiar, 125 pautas fijas de cambio aparecen y en consecuencia 125 mundos, 125 niveles o profundidades de logro, es decir, 125 tipos de ciencia.

Pero cuando logres el nivel superior, todos los logros anteriores se funden en uno solo llamado el mundo de Ein Sof (Infinito). No podemos entenderlo aún, porque es probable que pasemos por una transición especial allí. Esta transición aún es inalcanzable para nosotros.
[182271]
De la lección de Cábala en ruso 28/feb/16

Material relacionado:
Mini-modelo del universo
Un cabalista no es un científico ordinario
¡Podemos cambiar el universo entero!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *