Faraón – el lado opuesto del Creador

La sabiduría de la Cabalá es percibir correctamente la naturaleza en la que nos encontramos. No cambiamos nada en realidad, excepto nuestra actitud, la percepción del mundo en que vivimos. No hay forma de cambiar la realidad misma, porque es como querer cambiar el universo. 

Descubrimos que estamos dentro de las fuerzas de la naturaleza llamada, Creador o faraón, dependiendo de nuestra percepción. El faraón y el Creador son dos formas opuestas de la misma fuerza superior. 

Por lo tanto, todo depende del hombre. Si lo acepto con la fe por encima de la razón y descubro al Creador en todo, el faraón parece desaparecer. El faraón es la forma incorrecta del Creador. Pero conforme cambio, me corrijo y empiezo a revelar mi fuerza por el bien del otorgamiento, veo que el mundo está en otorgamiento y amor y no hay nada más que el Creador. ¡No hay faraón! 

El Creador dice, “Vamos al faraón, porque endurecí su corazón”. Porque Él revela al faraón como la fuerza más mala de la creación, Él obliga a las criaturas a revelar al Creador. 

El Creador dice a Moisés: “Vamos al faraón porque endurecí su corazón”. Es como si se ocultara detrás del faraón y en lugar del Creador, Moisés ve al faraón: fuerte, dominante, terrible. Pero ¿por qué es necesario? Porque Moisés necesita al Creador, Su ayuda. Y, el Creador endurece el corazón del faraón, lo hace grande y terrible, de modo que Moisés teme a ese monstruo. 

La fuerza del Faraón crece y nuestra única opción es correr por la ayuda del Creador. Queremos ocultarnos en el Creador, ocultarnos bajo Sus alas, para que no nos alcance el faraón. 

El faraón nos acerca al Creador, a la liberación. ¿Quién da al pueblo de Israel la fuerza, las vasijas, el deseo de salir de Egipto? ¡El faraón! El faraón elevó a Moisés y le organizó todo para que escape. El faraón es la fuerza que actúa sobre nosotros durante nuestro exilio. 

El faraón nos preparó para la salida del exilio: nos organizó, nos construyó, nos elevó. Y, cuando llega el tiempo de salir del exilio, gradualmente transfiere la fuerza al Creador, hasta que salimos totalmente del poder del faraón y nos aferramos a la fuerza superior, llamada, Creador. Con Él, avanzamos y el faraón termina su misión.

Es un sistema unido, así trabaja, a veces por la fuerza del mal, luego por la fuerza del bien, luego con los dos juntos en la línea media. La fuerza del faraón y la fuerza del Creador se corresponden mutuamente y todo para que la persona en el medio entre ellos, pueda crecer correctamente.
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De la lección diaria de Cabalá del 4/abr/21, “Pésaj»

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