Pregunta: ¿La moderna igualdad de los sexos ofrece peligro para las relaciones entre el hombre y la mujer?
Respuesta: La “igualdad” que establecemos acorde a nuestro razonamiento egoísta no es realmente igualdad, sino una distorsión de las leyes de la naturaleza. En la naturaleza, las inclinaciones masculinas y femeninas no son idénticas, por el contrario, son diferentes, opuestas, y distantes unas de otras por las posibles cualidades internas y externas de la personalidad, las actividades de la vida, fisiología y todo lo demás. Al atraer una señal de igualdad entre ellas, estamos aplastando la naturaleza y creando una gran fisura que no beneficiará a nadie al final.
No tengo que explicar lo que significa ir en contra de las leyes de la naturaleza. Nosotros estamos tratando de hacer lo que se nos ocurra a un nivel tan elevado, en lugar de aprender de la naturaleza y dar a cada género la forma apropiada para él, y esto nos traerá muchos más problemas. Al final nadie estará feliz por esta “igualdad”.
Por naturaleza yo tengo que ser un hombre con cualidades específicas y desempeñar una función específica. Tengo un nicho que tengo que tomar. Este es el lugar de mi apaciguamiento, de mi corrección, llenado y perfección. Es por esto que no puedo disfrutar del egoísmo que rige sobre mí y actuar como yo quiera, por las ordenes de las fuerzas egoístas. No hay duda de que esto pone todo en peligro.
Vamos a tener la esperanza que de alguna manera iremos de corrupción a corrección. Sin embargo, hay muchas dificultades esperándonos en este camino.
(De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/7/11, sobre la Mujer)
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