La guerra entre el Creador y las criaturas

No es necesario preocuparnos por reconciliar una disputa ni por resolver todos los temas en conflicto. No hay que ser como niños, que intentan, sin éxito, acomodar un cubo dentro de un hueco circular, sin darse cuenta que nunca se acomodará uno en el otro. 

No se nos da la disputa, para acabar con ella, como intentamos hacerlo en este mundo. Es imposible y por eso, llegamos a las guerras. Al final, no es posible probar al otro que tienes la razón y conciliarse. Las disputas se nos dan desde arriba y somos incapaces de resolver esa contradicción superior, en cualquiera de las formas, al nivel de nuestro mundo.

Sólo es necesario que entendamos que los conflictos, nos muestran nuestra condición y que estamos equivocados es nuestro enfoque hacia ellos.

 

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El mundo se concluye entre el Creador y las criaturas; es decir, por encima de la disputa, donde el nombre del Creador, el bueno que hace el bien, se revela. Resulta que no estamos en guerra unos con otros, sino con el Creador. Y la paz reina cuando todos reducen la intención egoísta de su gran deseo de recibir y un sólo deseo reina en el mundo —el deseo de otorgar. 

Y toda la bondad y el placer se revela en el mundo. 

 

Descubre Comprendiendo la armonía suprema

 

De la clase diaria de Cabalá, “Ganando la guerra (contra la inclinación al mal)”.

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