No le pasen el trono al ego

Dr. Michael LaitmanBaal HaSulam, «Introducción Al Libro del Zóhar», ítem 11: Porque el cuerpo, el cual es el deseo de recibir mismo, extiende desde sus raíces en el Pensamiento de la Creación, por medio del sistema de los mundos impuros, como está escrito, «y [a partir de] un burro salvaje nacerá un hombre» («Job» 11, 12). Y el permanece bajo la autoridad de aquel sistema durante los trece primeros años, el cual es el tiempo de corrupción.

Y al involucrarse en las Mitzvot desde los trece años de edad en adelante, a fin de otorgarle contento a su Hacedor, él comienza a purificar el deseo de recibir para sí mismo impreso en él, y lentamente lo voltea para sea a fin de otorgar. Con ello, él extiende un alma santa desde su raíz en el pensamiento de la creación. Y esta pasa por el sistema de los mundos puros y se inviste en el cuerpo. Este es el periodo de la corrección.

Los «13 años» de los que habla Baal HaSulam se refieren a algo que no tiene nada que ver con nuestro mundo. En nuestro mundo a la persona no se la considerada adulta a los 13 años, sino más bien un bebé que aún está siendo operada por sus instintos naturales. Nosotros no esperamos que ella actúe racionalmente y entienda lo que hace o que aclare profundamente sus acciones. En consecuencia, no hay leyes a las que ella tenga que someterse.

Pero en la espiritualidad es un concepto totalmente diferente, y esto se refiere a la persona que tiene que completar su trabajo en los niveles previos. Ella ansía la meta y quiere alcanzarla a través de los diferentes medios que se le dieron, y adquiere constantemente vasijas negativas en contraste con sus vasijas positivas. Pero una y otra vez descubre el gran dominio del sistema de ABYA de impureza el cual ella vence y no deja que la gobierne. Pero entonces esto aparece aún más fuerte que antes, y una vez más la persona no lo deja gobernar…

La persona en realidad avanza en dos sistemas, puesto que ella no será capaz de distinguir el sistema de impureza sin el sistema de Santidad. Entonces es realmente el sistema de impureza el que la maneja en el camino.

Por lo tanto, nosotros estamos bajo la influencia del sistema de impureza, de la cascara, durante la primera fase de nuestro avance hacia la espiritualidad. El deseo espiritual de recibir para recibir, crece constantemente en estos mundos, y la persona siente su creciente dominio. Ella no solo lo siente, más bien lo siente con respecto a la conexión y garantía mutua. Todos nuestros discernimientos son con respecto a la vasija única, a la reconexión en un solo hombre como lo fue antes de la ruptura de las vasijas. Hacia esto somos atraídos en nuestra corrección y en consecuencia, recibimos diferentes endurecimientos del corazón, lo cual significa que los Reshimot (reminiscencias) son revelados uno a uno en formas más fuertes de la intención a fin de recibir.

Esto continúa hasta que alcanzamos el estado de «deleitar al Creador». Cuando la persona es capaz de deleitar al Creador es un signo del siguiente estado, es decir que ella ya está en algún nivel de equivalencia de forma con Él, al estar bajo la influencia del sistema de los mundos de BYA de santidad.
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De la 2° parte de la Lección diaria de Cabalá del 01/01/14, Escritos de Baal HaSulam

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