“¿Lo más aterrador del estado islámico? Su lado más amable y suave”.

Dr. Michael LaitmanEn las noticias (Reuters): “Los ataques en París llevaron la brutalidad del estado islámico al hogar del mundo occidental. Antes de la semana pasada, los reportes de las atrocidades del grupo eran impresionantes, pero más fáciles de olvidar, ya que sucedían más allá de las fronteras de Europa. El mundo expresaba indignación pero, en su mayoría se mantenía al margen mientras el grupo presionaba con propaganda de reclutamiento que describía esclavitud sexual, tortura y asesinato brutal de sus cautivos. Esos incidentes eran horribles, pero encubrían una amenaza más insidiosa y de largo plazo: el lado más amable y suave del estado islámico.

“Miles de personas amantes de la paz viven en áreas ocupadas por el estado islámico y se les alimenta con un constante flujo de propaganda positiva: miembros del estado islámico alimentando a los pobres y organizando fiestas, carnavales y competencias de estira y afloja con cuerdas. En algunas áreas, estado islámico está tratando -con éxito- de ganarse la mente y el corazón. Si se le deja, su apoyo público crecerá y hará que, a largo plazo, el grupo sea más dificil de vencer, dándole el espacio que necesita para llevar a cabo futuros ataques como los de París y Beirut.

“Charlie Winter, de Quilliam, el comité de expertos en la lucha contra el terrorismo, hizo, durante un mes, un estudio de la propaganda del estado islámico. Winter descubrió que -al contrario de lo que vemos en los medios occidentales- más de la mitad de la propaganda del estado islámico muestra personas en actividades cotidianas en una manera pacífica y normal.

“En varias formas, el grupo sirve como gobierno en funciones en las áreas que controla, ofreciendo servicios que alguna vez fueron ofrecidos por los regímenes sirio e iraquí. Recauda impuestos, recoge basura, organiza escuelas, expide licencias de matrimonio, proporciona seguridad e incluso, empleos a ex-burócratas para asegurarse de que todo funcione de forma suave. En la provincia siria de Deir ez-Zor, el estado islámico expidió regulaciones para proteger los recursos naturales y el ambiente, sugiriendo que la estancia del grupo será larga. Algunos ciudadanos sirios bajo el control del estado islámico, afirman que los esfuerzos del grupo han ayudado a regresar cierto sentido de normalidad a sus vidas, un bienvenido alivio temporal para la agotadora guerra civil.

“Un residente de una ciudad controlada por el estado islámico dijo a la revista Time que él, originalmente se oponía al estado islámico, pero cambió de opinión cuando éste pagó la boda de su hermano, le proporcionó combustible y ayudó a arreglar la casa de su vecino. También, el estado islámico controla cuidadosamente lo que aquellos bajo su control pueden leer y escuchar: los medios del exterior y mensajes en contra del estado islámico están prohibidos. Esto es aterrador. Si se les da el tiempo suficiente, su audiencia cautiva podría, eventualmente, determinar que el rudo sistema de gobierno del estado islámico vale por la apariencia de paz y normalidad y crecerá el apoyo al grupo. Este es el síndrome clásico de Estocolmo, pero a una escala mucho más extensa y devastadora.

“Hay un precedente de tal transformación. En los años 90 los talibanes ganaron un apoyo público considerable, al establecer la ley y el orden en el caótico Afganistán. Grupos como Hamas y Hezbolá usaron actos de caridad y programas de bienestar social para transformarse de grupos marginales violentos en entidades políticas con apoyo de grandes sectores de la población. Ambos grupos han dedicado gran cantidad de tiempo y recursos a los sectores de apoyo social, apoyan escuelas, bibliotecas, clínicas, orfanatos, asistencia alimentaria y ligas deportivas. En 2006, Hamas tuvo suficiente apoyo para ganar una victoria decisiva en las elecciones parlamentarias de Palestina. El 2008, Hezbolá ganó control sobre un tercio de los escaños en el gabinete del Líbano.

“Es aterrador imaginar que el estado islámico podría, eventualmente, seguir esta trayectoria. Aun cuando el Estado Islámico rechaza la democracia, si continúa ganando apoyo público a través de obras de caridad y de gobierno, podría llegar a enraizar en la sociedad y ser mucho más difícil de derrotar. Incluso el draconiano trato del grupo hacia las mujeres podría no ser suficiente para obstaculizar el apoyo público. Por ejemplo, las mujeres en Afganistán alguna vez disfrutaron de libertad considerablemente mayor que en la actualidad -vestían ropas modernas, iban a la universidad y trabajaban en escenarios profesionales. Los talibanes detuvieron esto, pero la mayoría del público quería ver decrecer los derechos las mujeres a cambio de menos violencia. La historia está destinada a repetirse en Siria.

“La coalición internacional en contra del Estado Islámico invierte muchos recursos para contrarrestar la propaganda negativa del grupo, pero no se da suficiente atención a desacreditar sus mensajes positivos. Ahora es el momento de atender este problema. En un par de años, podría ser demasiado tarde”.

Mi comentario: Pienso que sin duda, el mal ganará si no es expuesto como un medio para el control no sobre la vida, sino sobre el alma de la persona. Porque Daesh quiere almas, fe, obediencia al Islam en todo el mundo, a cambio de eso Daesh está dispuesto a proporcionar a las personas, todas las comodidades de la vida.

Y aquí es creada la necesidad de decidir; qué es más importante en la vida de una persona y por qué camino irá la humanidad; venderse por comida como una bestia, o elevar la importancia del espíritu por encima de las comodidades animales.
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