Jánuca 2015: una lucha existencial

Dr. Michael LaitmanComentario: Durante la ceremonia de encendido de las velas de Jánuca en el Muro Occidental, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo: «Israel es una antorcha en la oscuridad. Gran oscuridad nos rodea y aquí en Jerusalén, en la nación de Israel, elevamos el milagro de la independencia de la humanidad, en su honor, por el derecho del pueblo de Israel a vivir libremente en su tierra y en su ciudad, en la ciudad que los Macabeos liberaron. Esta lucha continúa en nuestra generación. En cada una de las generaciones han tratado de eliminarnos y en cada generación el Santo, Bendito Sea, nos ha salvado de sus manos, siempre y cuando nos aferremos a la bandera, a la antorcha e incluso, a la espada de Israel».

Mi comentario: Jánuca es una batalla de los partidarios de la unión del pueblo judío como ideología y como el único medio de nuestra salvación. Específicamente a través de la unidad, el poder superior se despierta en nosotros, Abraham creó el pueblo judío, en la antigua Babilonia, precisamente a través de la unidad, así que nuestra existencia depende de nuestra unidad. Pero cuando nos separamos, nos dividimos, lo hemos visto estos 2,000 años, sobre todo en nuestro tiempo. Benjamin Netanyahu puede decir lo que quiera, pero hasta ahora, en Israel no hay nación ni pueblo. De acuerdo con la definición natural e histórica, el pueblo y la nación pueden existir sólo cuando estamos unidos por una sola ideología, una sola meta, una visión de nuestra existencia y su significado.

Y así sucedió el milagro de Jánuca. Eso sucedió en la historia y eso es lo que debe suceder ahora, pero no está ocurriendo porque no estamos unidos.

Tenemos que entender por qué tenemos un sinfín de guerras con escudo y espada en la mano, en lugar de celebrar llevando una Menorah de siete brazos al mundo. La Menorah simboliza la unidad del pueblo de acuerdo con la ideología de: «Y amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Levítico 19:18). Pero no tenemos esa unidad.

No tenemos una norma así; no hay ideología como esta y no hay una educación de la gente que le de el método de la unión. No existe en ninguna parte: ni en la vida privada ni en la sociedad.

Judíos de diferentes países, con diferentes visiones del mundo conviven en Israel y no hay manera de que se consideran solo un pueblo unido. Pueden decir: «Somos un solo pueblo», pero su sentimiento proviene de que están rodeados de enemigos que los obligan a defenderse. Y en este estado de legítima defensa, se sienten a sí mismos como un pueblo. Específicamente, es el enemigo lo que los une y no el anhelo interno por los demás. Existimos, gracias a nuestros enemigos que nos presionan; sin ellos, desde hace mucho tiempo, no habría un pueblo judío. Si dejaran de presionarnos desde afuera, dejamos de existir como pueblo.

¡Es una paradoja! Porque, por otro lado, parecería que si se aplica presión, entonces todos huirían en todas direcciones. ¡No! Aquí no van a huir. Aquí, como ovejas, se acurrucan para escapar de los lobos.

Pero, ¿es la única manera en que podemos existir como un solo pueblo y transmitir la ideología de nuestra unidad al mundo, tan necesaria ahora?

Por lo tanto, no debemos tener sólo el escudo y la espada, sino también la conciencia de que estamos luchando por el bien de la unidad. Así, el escudo y la espada se convertirán en la Menorah de Jánuca.
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De Kabtv “Noticias con Michael Laitman” 12/ago/15

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