Prepárate para cruzar el umbral hacia el palacio del Rey

Rabash, «Tres Líneas»: Antes de que a la persona se le conceda salir del amor propio y haga todo con el fin de otorgar, lo cual es llamado Lishma (en Su nombre), aunque la persona estudie diferentes cosas de la forma en que son, estos son sólo nombres sin comentario, puesto que ella no tiene alcance de los asuntos que estudia, ya que no sabe nada de las raíces superiores que son llamadas por los nombres Sangrados o de Sefirot o Partzufim.

Y podemos aprender los asuntos superiores, llamados la sabiduría de la Cabalá, sólo a través de camino del mérito, puesto que estos pueden traerle a la persona un deseo y pasión por adherirse al Creador, debido a que estos son asuntos que se refieren a los nombres Sagrados… y cuando la persona estudia los asuntos superiores con el fin de acercarse a la Santidad, estos traen la proximidad de las Luces, las cuales ella quiere que le traiga este estudio, a fin de que se le conceda direccionar todas sus acciones con el fin de otorgar, y esto es llamado trabajar en preparación, dado que la persona se prepara para estar lista para entrar en el palacio del Rey y adherirse a Él.

Existen muchas fases en la preparación del trabajo. En la primera fase del estudio la persona oye, pero no escucha, puesto que no sabe de qué se trata. Todos los términos de los que hablan los libros de Cabalá están ocultos de la persona, ella no los siente ni los ve; ella no se discierne a sí misma ni a su entorno. Entonces la persona se imagina lo que escucha  como ella desea.

Ella no trabaja con estos conceptos ni puede discernirlos o responder a ellos, piensa que el Faraón es una persona que gobierna Egipto, el cual es un país distante; que el Creador está muy lejos, y que Israel es alguien que nace en una familia judía. Carece de los verdaderos conceptos espirituales, para poder sentir inmediatamente una reacción interna si los escucha.

Si oye acerca de un dolor en el corazón, de la cabeza, del brazo o de la pierna, pude inmediatamente imaginarlo. Podría sentir una reacción hacia el mundo que escucha, pero los términos cabalísticos no evocan ninguna reacción en ella, y entonces mientras tanto estudia sin atribuirse todo esto a sí misma. Pero la Luz Circundante opera en ella y reforma a la persona, y según la medida en que la persona haga todo en sus fuerzas, esto la acerca más al mundo superior.

Lo principal es que al principio la persona no sabe que la única forma de avanzar es al someterse al grupo, al maestro y a los libros. Después de todo, es como un bebé que tiene que adherirse a los adultos, a un nivel superior. Por medio de esto la persona acorta o prolonga el tiempo. La preparación puede tomar  muchos años, hasta que ella se acerque lo suficiente a la Luz y empiece a sentir cómo opera la Luz en ella y empiece a discernir cada atributo en ella. Esto puede tomar 20 o 30 años.

Todo depende de la medida en la que la persona pueda someterse a sí misma con todos los significados que ella tiene ante el maestro, el grupo y el estudio. Es en el periodo de estudio de Yeniká (infancia) que uno debe adherirse y dedicarse al nivel superior, cuando tú anulas tu mente y todo lo que conoces tanto como sea posible. Luego, existe la etapa de una mayor consciencia, cuando la persona ya empieza a discernir estos atributos en ella y a experimentar ascensos y descensos.

En la tercera fase ya entiende que es el Creador quien evoca estos ascensos y descensos en ella, puesto que Él la llama, «¡Ven a Faraón!» El Creador siempre está en el lado derecho, y el Faraón está en el lado izquierdo, y a la persona se la deja en medio, entre estas dos fuerzas. Pero hasta que esto realmente se revele dentro de ella, solamente puede adivinar que así es esto, de acuerdo a sus propias reacciones. Finalmente grita ya que no puede salir de sí misma y liberarse del dominio del Faraón, y entonces se le otorga la redención.

Después el camino no es nada fácil. La persona simplemente ve todo lo que ocurre a lo largo de este camino de forma distinta. La Redención se transforma para ella en una oportunidad de otorgar, de ascender por encima de ella misma y de trabajar sin tener en cuenta las sensaciones desagradables internas.

Por lo tanto avanza y su avance es determinado por la reevaluación de sus valores.
(93000)
De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 11/15/12

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