Reemplazando la verdad con diversas alternativas

Dr. Michael LaitmanBaal HaSulam, del artículo, «Paz en el mundo»: Por lo tanto ustedes encuentran que el atributo de verdad no tiene la capacidad práctica para organizar de una manera absoluta y satisfactoria el camino del individuo ni el camino del colectivo. Además, es completamente insuficiente para organizar la vida en el final de la corrección del mundo.

El atributo de verdad es el único atributo que hace posible que podamos organizar nuestras vidas de acuerdo a la naturaleza.

La ley básica de la realidad es la ley de equivalencia de forma. En principio, una ley no puede incluir sólo una cosa, en ésta tiene que haber dos componentes que estén unidos entre sí de acuerdo a una fórmula en particular. Por lo tanto, si yo igualo mis características personales con algún modelo, con ello me encuentro en unidad con él, en conexión, en llenado, y así sucesivamente.

A esto se le llama «verdad». Y yo tengo que medir la cualidad de mi equivalencia con un estándar, o con la falta de equivalencia, de acuerdo a las características.

En general, toda la creación es lo opuesto al Creador. Y por lo tanto, todo el proceso de mi desarrollo está todo el tiempo en una adaptación cada vez mayor de mis características a Sus características, hasta que yo alcance la unidad, la adhesión y la plena equivalencia. Y mi capacidad de medir mi nivel actual de equivalencia es llamada «verdad».

Esta verdad es exacta, clara, verdadera y probada. Así nos revisamos constantemente a nosotros mismos en relación al Creador.

Miren, existe un Creador y existe una criatura, y la medida de entre ellos es llamada verdad, la verdadera medida. Esta es la verdadera medida, el peso, la distancia, la diferencia o la adaptación entre las características.

Entre nosotros también tenemos que medirnos así a nosotros mismos y al grupo. Y la verdad es que así nos medimos: según el grado en el que cada uno se haya adaptado al grupo, en este grado se ha adaptado al Creador. En otras palabras, de acuerdo a un grupo que se ha corregido en nuestro nivel, ellos revisan cuan dañado o corregido estoy yo en comparación. Así es como nosotros examinamos el grado de verdad.

Pero, ¿cómo nos medimos ahora en un mundo físico desde el cual queremos acercarnos a la espiritualidad, a la finalización de la corrección? ¿De acuerdo a qué medimos? Ustedes saben, nosotros no vemos una sociedad corregida frente a nosotros, de hecho ni siquiera sabemos qué es una sociedad corregida.

En tanto que nosotros no traigamos a la sociedad hacia la educación integral, hacia el conocimiento del estado ideal, a un estado que llamado armonía, hacia un equilibrio entre todas las fuerzas y factores, un estado de contento, del cual nadie pueda alejarnos, mientras no hayamos alcanzado este estado, estamos en problemas.

¿Cómo hacemos esto? Nos describimos para nosotros mismos un estado de equilibrio en la sociedad: Todos somos iguales, todos amamos, todos otorgamos, y así sucesivamente. Ponemos como meta un estado similar a este, y ya podemos medir de acuerdo a este estado.

Pero a pesar de todo esto, es difícil medir el contraste con ella. Por lo tanto seguimos vagando en la niebla y confusión, lo cual nos estorba aunque nos describamos la imagen correcta y nos separemos de las experiencias de los diversos «constructores del comunismo». Hay una necesidad de encontrar estándares verdaderos y precisos, pero en nuestro mundo no los hemos encontrado, y los cabalistas no son capaces de darnos esa escala de medida.

Sin embargo, una medida de verdad es lo que más se requiere en nuestro mundo, puesto que una comprensión clara de lo que diferencia entre nuestra sociedad y el estado ideal, causaría que todos deseen ese estado. Pero no hay una idea clara, y todos ven lo que les llega a su mente, y por lo tanto nosotros no podemos sostener el mundo.

A cada momento el mundo entero debe estar desarrollándose exclusivamente en la finalización de la corrección. Las únicas formas dadas en este pasadizo son por medio del camino de Beitó (a su debido tiempo) o por el camino de Ajishena (aceleración del tiempo). Entonces, ¿qué hacemos si no podemos manejar nuestro desarrollo a través de la medición de verdad y avanzar con Ajishena?

En una circunstancia como esta, si ustedes no saben por dónde escapar, hacia dónde ir, es preferible quedarse quietos y no moverse. Esto se debe a que su movimiento en falso podría causar aún más daño. La posibilidad de hacer el movimiento correcto, de acuerdo a la experiencia de nuestra historia, es cero. Y por lo tanto, sobre esto está escrito: «siéntense y no hagan nada», hasta que aclaren las cosas de forma natural.

Sin embargo, la humanidad ha tratado de completar la medida de verdad con otras características, que son como muletas; ellas pueden apoyar los pies de la sociedad humana, es decir, le dan apoyo con algún grado de conexión para que no nos devoremos unos a otros. Para esto requeriríamos de una medida de verdad, la cual ahora se encuentra entre nosotros, en la que sólo necesitarían comerse unos a otros. Por lo tanto, depende de nosotros el perfeccionar esto con otras características…
(111223)
De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 6/30/13, Escritos de Baal HaSulam «Paz en el mundo»

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