Sólo el Creador da el alma

Pregunta: ¿Cómo debo relacionarme con mi esposa para sentir al Creador entre nosotros?

Respuesta: Trata de hacer que todas las interacciones entre ustedes sucedan sólo para revelar al Creador entre ustedes. Esto les garantiza absoluta paz en casa y es útil para toda persona incluso si es puramente por intereses egoístas.

Este es un medio muy efectivo y orienta a una persona correctamente hacia toda su vida. El grupo y los amigos son aun una estructura artificial para él, toda la humanidad es percibida incluso más lejos, y el universo es sentido como completamente distante. La esposa propia es lo más cercano a él, como está escrito, «La esposa de una persona es como su cuerpo».

Por otra parte, ¡de pronto revelas que tienes un socio en todos los aspectos! El Creador te deja comenzar a sentir que frente a cada movimiento que haces, ella también hace un movimiento. No importa qué movimiento se lleva a cabo – en la mente, el corazón, o un movimiento físico, un movimiento sincrónico tiene lugar de frente. Es como si el Creador pegara dos partes separadas en todos los detalles y formas al ser Él revelado.

Todo lo que tenemos que hacer es tratar de revelar al Creador entre nosotros, la fuerza que nos une y que queremos alcanzar como resultado de vivir juntos. De otra manera esta vida por entero será una simple existencia animal.

Juntos los dos deseamos revelar la fuerza de unidad entre nosotros: ¡el tercer componente que nos completa para que lleguemos a ser como uno! Cuando Él nos une en un todo, lo incluiremos en nosotros y seremos un todo precisamente porque Él está en nosotros y nos llena.

Esto es llamado, «Esposo, esposa, y el Creador entre ellos». Él está presente en todo lo que existe entre ellos. No hay nada más que eso porque el deseo de cada persona está enfocado en el otro. Es como la relación entre Zeir Anpin y Maljut: Él está enteramente enfocado en ella, y ella en él.
El Creador apartó todos los Sefirot particulares de Maljut e hizo Hava (Eva) a partir de ellos. Por esto hay una correspondencia precisa entre Zeir Anpin y Maljut a través de toda la altura del Partzuf espiritual; están en un nivel, uno contra otro en la unión eterna, que no cesa.

Ninguno tiene cualidades que no estén presentes en el otro. Sin embargo, la única manera de anexarlos es mediante la Luz de AB SAG, que viene y los conecta al corregir uno de ellos hacia un otorgamiento más grande y el otro hacia una recepción más grande. Para unirse, ambos ascienden a Biná, que es llamado Elokim, el Creador, y Él les da la fuerza de unidad y entonces los llena.

Ellos no se llenan entre sí, sino a sus deseos compartidos. Así es como un «hijo» nace, al ser el resultado de la unión. Es el siguiente Partzuf espiritual, un nuevo estado, descrito en el verso, «El padre, (Aba) da el blanco, la madre (Ima) da el rojo, y el Creador da el alma«. El Creador está entre ellos, y al llenarlos entrega el alma a un nuevo nivel.

(22122 – De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 28 de septiembre 2010, El amor por el Creador y el amor por los seres creados.)

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