Tiempo para salir del escondite

Laitman533Sabemos lo mucho que sufrió la gente que participó en la difusión de la sabiduría de la Cabalá, desde que el método del Arí comenzó a introducirse en este mundo. Y esto no se debe a la mala voluntad de alguien, sino a que existimos en un sistema roto.

El momento en que empiezas a salir con tu idea espiritual que está dirigida hacia la conexión entre las personas, de inmediato te pones a ti mismo bajo fuego desde todas las direcciones.

Alguien que era neutral e incluso te apoyó, también se vuelve en tu contra. Después de todo, estás despertando fuerzas antiegoístas y, el egoísmo es la naturaleza del mundo. Así que vemos que no hay personas en las que no haya antisemitismo escondido, viene de la naturaleza. Es posible encender el fuego de este odio en todo el mundo.

En consecuencia, cualquiera que oye acerca de la sabiduría de la Cabalá, la odia porque está en la naturaleza de los deseos rotos. Y si se siente atraído a la sabiduría de la Cabalá, es sólo por curiosidad. Pero, de hecho la odia, en la medida que se acerca, la odia más y más, hasta que la abandona.

Tiene que haber una gran ayuda desde arriba y mucho trabajo en este mundo, para que juntos influyan en la persona y cruce el Majsom (barrera) potencial frente a él, que salte por encima y se eleve a la altura del primer nivel espiritual.

Sabemos cómo sufrieron los primeros Hasidim; fueron arrestados y encarcelados en Rusia y Ucrania. Contra ellos estaba el Mitnagdim (el movimiento en contra de los Hasidim). Los judíos religiosos odiaban tanto a los jasídicos que querían difundir la sabiduría de la Cabalá, que hicieron esfuerzos para encarcelarlos y condenarlos a muerte. El fuego del odio ardió en los judíos religiosos en contra de los que trataban de abrir la sabiduría de la Cabalá y hablar a la gente sobre la conexión y revelación de los corazones, este odio se hace sentir hasta la fecha a pesar de que el Jasidismo moderno ya no es la ideología que una vez fue, por eso, no hay tanta oposición.

Sabemos cuánto sufrió Baal HaSulam. Cuando publicó el periódico La Nación, fue inmediatamente cerrado. Él planeaba escribir 50 artículos continuando con ¨Matán Torá (La entrega de la Torá)¨, ¨Arvut (Garantía mutua)¨ y ¨Paz en el mundo¨. Pero, en lugar de 50 artículos sólo publicó cuatro ya que fue obligado a detenerse porque el periódico fue cerrado. Dijo: «Si es así, entonces la generación no está preparada y no hay nadie para quien escribir¨. ¿Cuántas ideas nuevas habríamos conseguido si no hubiera sido detenido?

Incluso durante mi vida con Rabash, vi cuán difícil era involucrarse en el estudio de la Cabalá. Hoy en día hay muchos de estos grupos y si te sientas en tu esquina y no sales, todo está bien, no habrá oposición. Pero en el momento en que sales, recibes golpes. Igual que los judíos que vivían en el exilio en guetos cerrados, los cabalistas vivieron entre los judíos.

Pero ha llegado el momento en que debemos salir del escondite, no por una idea abstracta, sino porque la corrección de nuestra generación sólo es posible con la inclusión de las masas. La conexión entre ellos es la única condición necesaria para la revelación. Resulta que, si no me conecto con los demás, no creo las condiciones, los medios, la base y el soporte en el que la Luz puede ser revelada.

Y entonces, todos mis estudios serán en vano; no traerán ningún valor añadido que permita realizarme a mí mismo y realmente merecer el descubrimiento de la Luz, la revelación del Creador, elevándome al primer nivel espiritual. Esto sólo es posible si miles más se conectan. A pesar de que el poder de cada uno es mínimo, juntos serán fuertes en cantidad, trabajarán junto con la fuerza cualitativa que trabajó en las generaciones anteriores.

Y así recibiremos la oportunidad de satisfacer el deseo que arde en nosotros. Arde un poco en cada uno, como una vela delgada. Pero si conectamos muchas velas, se crea un incendio gigantesco que está dispuesto para iluminar con la luz espiritual.

De una conversación acerca de la importancia de la difusión, 19/mar/14

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