Se nos dio un grupo con el fin de asemejarnos al Creador y vivir sólo en el atributo de otorgamiento puro, sin ningún movimiento en mi dirección y sin mirar hacia atrás dentro de mí mismo. En él, nosotros tenemos que hacer todo eso, hablar de ello, llegar a conocerlo, y a sentirlo. Tenemos que experimentar esto, tratar todas esas posibles opciones, y averiguar que no podemos hacerlo y aun así intentarlo. Tenemos que aferrarnos unos a otros «con los dientes» y no soltarnos. A pesar de ser indiferente a esos rostros e incluso de que me repugnan, yo quiero darles a ellos y sentir mi alegría, mi resultado, sólo en ellos.
En esta misma medida ellos evocarán en mí un odio todavía mayor. Esto se debe a que yo sentiré cuán opuesto a mi ego es esto: Al trabajar para alguien más de manera que él constantemente obtenga una ganancia, yo tengo que disfrutar de su éxito, de sus placeres, de su alegría, ya que me separo cada vez más de mí mismo y siento que tengo que sentir cada vez más mi alegría y mi placer en él ¡Todo es para él!
Es imposible alcanzar esto solo. Yo necesito los ejemplos que los amigos establecen para mí, los cuales claramente me muestran que ellos operan de la misma manera. Todos estamos en un ataque en contra de nosotros mismos, ¡y vemos al otro como el objeto y el resultado de nuestras acciones de otorgamiento!
Todo nuestro trabajo y nuestra atención se enfoca en un punto, en clarificar dónde y en quién siento mi placer: ¿Es dentro de mí o de alguien más? ¿Entro yo en el otro y trato de evocar placer en él mediante mis acciones y de sentir cómo disfruta de esto y yo estoy feliz y complacido por ello? Yo tengo que protegerme y revisar constantemente si estoy tratando de hacerlo.
Constantemente hago este trabajo, esta encuesta completa interna, bajo presión, y quiero sentir la alegría en mis amigos. Mi alegría surge de la sensación de que ellos se sienten bien y que yo los he hecho sentir así. Yo estoy orgulloso de haber despertado este placer en ellos y de que ellos están contentos como resultado de mis intenciones y mi trabajo.
Tengo derecho a estar orgulloso dado que este es el atributo de otorgamiento. Puedo estar contento puesto que no lo hice para mí mismo. Esto es lo que tengo que hacer, vivir en ellos. Si enfoco mi trabajo de esta manera y salgo de mí mismo constantemente, entro en los amigos, me transfiero yo mismo hacia ellos, y me siento contento porque mi deseo egoísta permanece vacío y todo el placer se lo transmito al otro, a esto se le llama crear una vasija externa, Luz que Retorna.
Entonces comienzo a descubrir el atributo de otorgamiento en los amigos, el cual en realidad yo creo por mi cuenta, creando así al Creador. Se dice que nosotros creamos al Creador, nosotros lo hacemos a Él. Esto significa que descubrimos este atributo común en los esfuerzos que hacemos unos por los otros. Así, transfiero gradualmente todo mi ego desde mí hacia los otros, y cuando estoy totalmente vacío de mi ego, yo completo una cierta medida llamada Seá (una antigua medida de volumen).
Cuando completo la transferencia de todas las cosas que pensé disfrutar al dárselas a ellos, al traerles placer, y sentir mi placer en ellos, yo disfruto esto, como se nos dice: «en Él nuestro corazón se regocijará». Al final de este proceso, comienzo a sentir el primer nivel espiritual, en ellos, en mis amigos, dentro de ellos, la adhesión con el atributo de otorgamiento que finalmente fue creada en la medida en que yo he dado. Siento el atributo integral de otorgamiento que reuní mediante todos mis intentos.
Existe diez intentos principales, aun cuando no podemos diferenciarlos y contarlos. Estos en general están divididos en decenas e incluso centenas de otros esfuerzos, como resultado de los cuales comienzo a sentir el atributo colectivo de otorgamiento que he evocado, en el que se vuelve un solo atributo que comienza a existir independientemente: Éste es llamado «Creador».
Por supuesto, este atributo ya existía antes, nosotros recibimos el entendimiento del Creador de que este atributo nos creó con nuestro ego, para que ahora lo reúnan y trabajen con este y se transfieran ustedes mismos hacia los demás, y así descubran sus vasijas espirituales y dejen su ego vacío, restringido bajo la «primera restricción».
El atributo es llamado «Creador», y entonces se nos dice: «del amor del ser creado al amor del Creador». El método está en toda esta explicación.
(110063 – De la Convención en Krasnoyarsk del 6/16/13, Lección 5)
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