Un ejemplo de dedicación en el servicio

thumbs_laitman_933El papel del guía espiritual es conectar al estudiante con él, de tal forma que a través de sus esfuerzos el estudiante pueda elevarse constantemente y llegar más cerca del nivel de su Rav. El maestro explica desde su nivel y crea varias «estaciones», es decir, acciones intermedias que el estudiante hace su camino hacia él.

Esto es lo que hacemos cuando les explicamos las cosas a los niños; nos ajustamos a ellos, incluso cambiando nuestra voz, dependiendo de si se trata de un hijo o una hija, o de un niño de dos o de siete. Todo cambia consecuentemente.

Los estudiantes tienen la oportunidad de escuchar una historia, una explicación del maestro, y trabajar con él de forma externa, en otras palabras, de entenderlo y sentirlo, de absorberlo dentro y unir eso a lo que ya han experimentado antes, de servirle para construir una capa y otra capa de nuevos conocimientos y sensibilidad por encima de lo que ya han adquirido durante el estudio.

A esto se le llama estudiar la sabiduría. Sin embargo, en el estudio de la Torá, la persona debe cumplir con lo que dice el maestro y tratar de estar en el mismo estado. Esto implica no sólo escuchar lo que le llega a él desde Arriba, sino tratar de elevarse a ese nivel, de aferrarse al menos al maestro de alguna manera.

Esto puede hacerse a través de algo llamado «servirle» al maestro, es decir, hacer todo tipo de acciones que el maestro recomiende. En particular, esto está conectado con el grupo y la difusión. A esto se le llama servirle al maestro.

¿Cómo pueden ustedes servirle a él? Es sólo al ayudarlo a realizar el método. Esto lo vemos en el ejemplo de Moisés y Josué ben Nun. Josué le ayudó a Moisés a organizar los bancos de la sala de estudio y a cuidar de sus estudiantes, y los estudiantes de Moisés fueron grandes sabios, los líderes del pueblo que estudiaron con él todos los días a lo largo de los cuarenta años en el desierto. Ellos no se limitaron a vagar en el desierto. De hecho, es posible atravesar todo el desierto del Sinaí en un máximo de dos semanas, incluso con las ovejas, las mujeres y los niños. Sin embargo, ellos caminaron durante cuarenta años. Esto quiere decir que caminaban un poco, y luego se asentaban en alguna parte durante unos meses o incluso años. Después de eso, ellos volvían a caminar y se detenían nuevamente por un largo período de tiempo.

Así estudiaron y avanzaron espiritualmente, y, en consecuencia, también físicamente, y, aprendieron por el camino. De hecho, lo más importante era adquirir el nivel de Bina a través del estudio, ya que sin ello, es imposible entrar en la tierra de Israel. Israel es Bina, Yashar El, y comienza a conectar a Bina con Maljut. A esto se le llama estar en la tierra de Israel.

Está escrito que Joshua no estudió. En vez de ello, sólo le ayudó a Moisés a organizar al pueblo y a los cabalistas que estaban en el grupo de Moisés para difundir, para usar nuestra terminología, y en concreto, al merecer ayudarle a Moisés a enseñar y a difundir, él mereció ser el líder del pueblo después de Moisés.

Para nosotros, este es un ejemplo muy claro y destacado de que una persona alcanza la espiritualidad no a través de la sabiduría, sino a través de la devoción al camino de su Rav. Cuando ustedes salen ahora a difundir y tratan de difundirle la Torá al pueblo de Israel y después de esto, al mundo, esencialmente están haciendo el trabajo necesario. Esto es lo que hizo Josué.

(132797 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/14/14, Escritos de Rabash)

 

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