Unidos.

Pregunta: ¿Cómo me anulo ante los amigos de manera que acepte su opinión?

Respuesta: Imagina que un grupo de escaladores de montaña están realizando su ascenso hasta una cumbre. Yo, también, deseo alcanzar esta cumbre, y es por esto que me uní con ellos. En el accenso, no puedo hacer nada bajo mi discreción propia. No puedo regresar solo, tampoco puedo escoger cuando tener un descanso, a quien yo ayudo, o quien me ayudará. Ascendemos juntos, unidos por el mismo cable que nos sostiene a todos.

Lo mismo se aplica al grupo. Somos demasiado débiles para movernos individualmente y sólo avanzamos si es que nos damos cuenta  y sentimos que estamos unidos con lazos irrompibles.

Inicialmente decido si voy o no con los amigos. Verifico si ellos son adecuados para mí, si ellos aspiran por la misma cumbre que yo. ¿Son la gente con la que puedo realizar este ascenso? ¿Quizás hay otros grupos por ahí afuera? Estoy en mi derecho de verificar estas cosas.

Pero después que yo he verificado todo, me uno a ellos, y no hay vuelta atrás de lo que hemos establecido. El cable ya nos une mientras ascendemos a la cumbre. Ahora yo no puedo deshacerme de ellos, y no puedo tomar un descanso en algún lugar en un costado, mientras ellos escalan hacia arriba. Debo mantener el ritmo junto con ellos, paso a paso, en el mismo camino. Caminamos juntos en el mismo sendero, y no puedo escaparme de este trabajo diario.

Las condiciones de hoy, difieren de las de las generaciones pasadas. En el pasado, uno pasaba por pruebas rigorosas antes de ser aceptado, pero hoy en día, aceptamos a todos en la corrección general.

La fuerza del alma en común, que se mueve hacia la corrección, está formada por aquellas almas que se han dado cuenta que no hay otra opción. Tomando esta tarea, ellos ascienden, unidos por cables siguiendo a su guía, en el camino donde ya nada puede ser cambiado. A una persona se la da tiempo, cuando enfrenta esta  decisión. Pero esta decisión es crucial.

El mundo espiritual está oculto de nosotros, así que no sentimos la naturaleza de la tarea que hemos tomado. En realidad, este pacto con los amigos es crítico. Hemos escogido al grupo al pie de la montaña, y una vez que hemos propuesto el camino, ¡no hay vuelta atrás!

No veo que tan grande, exaltado, e incluso arriesgado es este camino. Ciertamente, en el pacto que hago con los amigos mora el Creador. Esto significa que estoy tratando con Él; es Él quien testifica por nosotros y afirma nuestro pacto.  

(24654-  De la tercera parte de la lección diaria de Cabalá del 24 de octubre del 2010 –     Beit Shaar HaKavanot.)

Material Relacionado:

Reconocer la maravillosa oportunidad

Una fórmula simple para la vida espiritual

Las matemáticas de los pasos espirituales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *