Ver el mundo desde la decena

Cuando el punto en el corazón despierta en la persona, anhela al Creador, pero uno aún no se siente como parte separada del sistema común ni busca conectarse con otros. Sin embargo, gradualmente, bajo la influencia de la Luz que reforma, comienza a sentir la necesidad de conectarse con otros; en última instancia existe un alma y brilla de forma igual para todos y cada uno. 

Aún necesita corregir su percepción de la realidad, porque la persona siente el mundo de forma totalmente diferente desde su vasija fragmentada. Le parece que todos existimos de forma separada y que el mundo está dividido en muchas partes, de alguna manera conectadas entre sí. Aun así, debe ver el mundo como uno, integral, es decir, no conectado por ninguna especie de hilo, sino existiendo como un todo. 

Incluso si estamos conectados unos con otros a través del deseo de recibir, la restricción, la pantalla y la Luz reflejada; en otras palabras, incluso si estamos conectados con cierto tipo de conductos, aún así debe existir esa conexión, como si no hubiera límites en esta conexión a través de los conductos, los hilos individuales. Esos tubos de conexión deben llenar todo el espacio, como si las olas del mar penetraran entre nosotros, conectándonos sin ningún tipo de barreras. 

Así nos convertiremos en un solo Kli, como era antes de la fragmentación, pero a través de un número infinito de pantallas. La actitud hacia el deseo de recibir se corregirá en un número infinito de actos individuales de sobreponerse y llegaremos a una conexión integral y continua. 

La visión del mundo a partir de la perspectiva de mi decena y desde mi perspectiva individual, difiere como si la percepción de la realidad fuera creada por el Creador y por mí. Veo el mundo en forma de pixeles separados, en una imagen en blanco y negro. 

Mientras más pixeles distingo, con más formas y colores, más clara y profunda es mi percepción en todos los ejes: pasado-presente-futuro y yo-el Creador-el alma común. Sin embargo, todo es en una forma binaria, en el contraste de luz y oscuridad. 

Cuando nos acercamos al estado en el que la oscuridad brilla como luz y luz y oscuridad se vuelven como un todo, debe ser como si perdiéramos la habilidad de ver en la antigua percepción, donde todo estaba basado en la diferencia, en el contraste entre negro y blanco. 

La percepción espiritual de la realidad, sin embargo, depende de cuánto me anulo y elimino la diferencia entre luz y oscuridad. Quiero que la oscuridad brille como luz en mis sentidos, eso está en contra de mi deseo de recibir. Quiero elevarme por encima de él para que la oscuridad se asemeje a mi nuevo deseo armado con restricción, pantalla y Luz reflejada. Así llego a la percepción superior de la realidad, la siento como al Creador.1
De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 16/sep/19, Escritos de Baal HaSulam, “600,000 almas”
1 minuto 12:45

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