Ascendiendo los peldaños de la escalera por medio de la Luz del Zóhar

Pregunta: Es sabido que el grupo de Rabí Shimon alcanzó la unidad entre ellos a través de la mutua escritura del Zóhar ¿Es este un método correcto también en nuestro tiempo? ¿Deberíamos tratar de unirnos al formar pequeños grupos y juntos, tomar un artículo y tratar de desarrollarlo? ¿O esto sólo nos confundirá ya que cada uno de nosotros está en su propia etapa de avance, diferente a la de los demás?

Respuesta: Los autores del Zóhar también estaban en diferentes etapas de avance; no eran todos iguales. Cada uno de los diez autores del Zóhar corresponde a una de las diez Sefirót, de acuerdo con su naturaleza y la raíz de sus almas. Pero, cada uno de ellos canceló completamente sus egos y fueron capaces de unirse con los otros en toda la extensión de su naturaleza.

Por esto cada uno fue capaz de alcanzar los 125 grados de la escalera espiritual, es decir, su propia corrección final individual (Gmár Tikún). Y juntos fueron capaces de conectarse en el más alto nivel posible de unificación de las almas. Por lo que revelaron toda la Luz, la iluminación superior que desciende hasta nosotros desde Árij Ánpin referida cómo «Zóhar» (un tipo especial de Luz).

Claramente, no estamos ni cerca de aproximarnos a esos grados; estamos todos «muertos«, es decir, sumergidos dentro de nuestros deseos egoístas. No estamos ni listos ni tenemos el deseo de conectarnos unos con otros. Nos esperan muchas luchas y correcciones aun, mientras alcanzamos alguna forma de unidad.

Pero si tratamos de imitar a los adultos, como lo hacen los niños en los juegos que realizan, entonces atraemos la Luz desde ese estado perfecto que ya existe. Esas almas, los autores del Zóhar, lo han revelado y formado a través de su ascenso de abajo hacia arriba.

Una escalera de los mundos (cinco mundos, cada uno conteniendo cinco Sefirót, con cada uno conteniendo otras cinco Sefirót, en total 125 grados) desciende de Arriba hacia abajo, desde el mundo de Infinito. De esta manera la Luz desciende hasta nosotros de Arriba hacia abajo: Iejidá, Jaiá, Neshamá, Rúaj, Néfesh (NaRaNJáI en orden inverso). Esto es llamado un ocultamiento, la reducción de la Luz o los mundos (la palabra «mundo», «Olám» en hebreo, viene de la palabra «Alamá», «ocultamiento»). En otras palabras, arriba hay un 100% de Luz, y debajo 0% de esta. Tal es el sistema de los mundos (ocultamientos).

Existen almas en nuestro mundo en las cuales el deseo referido como «hombre» o «Adám« (similar al Creador) se despierta; es la semilla del hombre en la espiritualidad. Luego, este deseo comienza a crecer ¿Cómo crece? debe conectarse con otros nueve como él, incluso en el más ligero nivel de unificación. De esta manera, continúan conectándose incluso más fuertemente, hasta que alcanzan el grado más alto de unidad entre las almas.

A través de la historia hubo almas que alcanzaron la unificación una con otra y están conectadas con las otras en diferentes niveles de esta escalera de grados. Todos los autores del Zóhar alcanzaron el más alto grado juntos, y por esta razón, la Luz que trajeron a este libro, es tan grande que influye y brilla para todos. Esto es porque ellos toman la Luz de Infinito y son capaces de traerla a nosotros bajo la condición de que de nuestra parte, queramos al menos elevarnos un poco hacia ellos.

Pero El Zóhar, la entera Luz o una parte de esta es siempre revelado hasta el punto del grado de unificación, el grado de otorgamiento, similitud entre el deseo (Kli) y la Luz. Por esto necesitamos conectarnos tanto como sea posible, tanto cuantitativa como cualitativamente. Recibiremos esta Luz de acuerdo con nuestra habilidad de alcanzar al menos el primer peldaño de los 125 grados.

Después de todo, ¿Qué representan todos los 125 grados? El grado de Néfesh contiene también todas las cinco Luces: Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jaiá, Iejidá (NaRaNJáI), y cada una de ellas tiene también su propio NaRaNJáI.

Ya que la Luz está dividida de acuerdo con su grado de Aviút (grosor) de deseo, podemos realizar nuestra conexión, es decir, elevarnos por encima de este grosor y conectarnos a pesar de nuestro ego. La Luz nos influirá, nos corregirá, y nos llenará al grado de nuestra habilidad para cancelar este Aviút, junto con nuestro deseo de usarlo para conectarnos.

No hay nada aquí aparte de esos dos componentes, la Luz y el Kli, y el grado de conexión entre ellas llamado la «pantalla» o una «intención».

(33583 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 24 de Enero del 2011, «Introducción del Libro del Zohar», artículo «El conductor de burros»)

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