Esfuerzos para un hallazgo

Hacemos muchos esfuerzos, y con cada esfuerzo tenemos que hacer el cálculo, «Si yo no lo hago para mí, entonces ¿quién lo hará por mí?». Debemos hacer todo lo posible y discernir el lugar exacto donde debemos hacer los esfuerzos, en la unidad con los demás, en el lugar donde se produjo la ruptura.

Tenemos que tratar de restaurar la unidad de ese lugar roto para que se convierta de nuevo en uno integral, de manera  que todos seamos como un hombre con un corazón y vivir en garantía mutua, es decir, en perfección y unidad sistemática. A veces nos parece que somos capaces de hacer esto, y a veces que somos incapaces. Queremos ayuda, pero no podemos pedirla porque no sentimos la necesidad real de ello.

Así, paso a paso, una persona baja la cabeza y se prepara para hacer nuevos esfuerzos. Comienza a trabajar una y otra vez en este lugar roto con el fin de reunificarlo. Al mismo tiempo, él sabe que tiene que seguir trabajando hasta que vuelva a necesitar ayuda, y sin tal deseo la ayuda no vendrá.

Sin embargo, al mismo tiempo una persona tiene que creer que no hay nadie más aparte del Creador. Entonces, cada esfuerzo es seguido por la desesperación y una necesidad nueva.

Una persona tiene que pasar por todas estas fases una tras otra hasta que acumula un gran deseo, hasta que llega a la desesperación total en sus propias fuerzas. Así irrumpe a través de la puerta de las lágrimas con el llanto o petición correcta. Todos sus esfuerzos se unen, de pie frente a todas las Luces que venían a él, causándole  la desesperación y dejándolo con una sensación de vacío mayor. Lo intentó pero no pudo encontrar lo que quería, hasta que repentinamente se hizo evidente que él no lo intentó, y halló. En otras palabras, la acción en sí misma no es hecha por él, sino por la Luz, lo cual lleva a cabo su deseo y lo une con los demás en una sola vasija.

Entonces, dentro de esta vasija una Luz perfecta  es revelada, la cualidad perfecta de otorgamiento, el Creador. Así es como una persona con el tiempo llega a su «hallazgo».

Sus esfuerzos, la ayuda, la desesperación, y el llanto, todo lo que acumuló en los grados anteriores, finalmente toman la forma correcta. Todo se funde junto dentro del deseo correcto y la decisión correcta. Y todo esto sucede en virtud de todas las cosas a través de las cuales una persona en el camino.

(32279 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 09 de Enero del 2011, Escritos de Rabash)

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