Revelando la unicidad

Cuando digo: «No hay nadie más aparte de Él«, significa que acepto sobre mí una cierta función en el mundo y no sólo ir con la corriente, viviendo un momento tras otro, diciéndome yo mismo «dejarlo existir». Por el contrario, cada instante enfoco mis deseos y pensamientos sobre cómo corregir mi conexión con el mundo y trato de encontrar en él una sola fuerza de gobierno. Este esfuerzo mío es considerado como «Si yo no soy por mí, ¿quién es por mí?»

Supongamos que me enfermo y voy a ver a un médico, pero mientras lo hago, no sólo me inclino hacia a mi cuerpo animado, sino más bien, pienso en cómo puedo añadir algo a esta fuerza única. Después de todo, el médico, la medicina, y yo somos todos partes del sistema integral. El médico está dirigido por el Creador, y el medicamento fue descubierto por causa de Él. En otras palabras, debo conectar todo lo que me parece que existe por separado de todo lo demás: el médico, la medicina, mi enfermedad, y yo en una fuente única.

Y más adelante, cuando me recupere, debo decir que todo ello desde el principio estaba unificado. El Creador simplemente se convirtió en las circunstancias para que yo los agrupe dentro de mí mismo y vea Su unicidad.

(37073 – De la lección diaria de Cabalá del 2/18/2011, Baál HaSulám, Carta 16, 1925)

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