Sigamos pensando en la unidad

Comenzamos a trabajar unos con otros, y todos quieren sentir a los otros cerca, conectados. Comienza a examinar y analizar: ¿Cuánto tiempo podemos seguir así? ¿Puedes seguir pensando en los demás de esta manera por un tiempo? ¿Un minuto? ¿Dos minutos? ¿O tal vez cinco o diez minutos? Ya es demasiado largo. Por lo general, termina en un segundo.

Y es bueno. Esto es llamado garantía. Todos, casi instantáneamente se olvidan de que tienen que vincularse con los demás y verlos como los grandes, y esa es una oportunidad para recordar hacerlo de nuevo inmediatamente.

Si, en nuestro pensamiento, estamos interesados por todos, deseando que nadie lo olvide, lo recordaremos en efecto. Una persona sentirá cómo los demás lo presión con sus pensamientos. Los deseos en los corazones de los otros afectarán a todos.

Baal HaSulam escribió un artículo muy especial y profundo acerca de garantía mutua. Después de todo, esta es la condición para recibir la Torá, la Luz. Los apoyamos a todos para que nadie se olvide de la unidad, la cual no está en danzar abrazados, sino en la unidad interna de los corazones. Si nos preocupamos el uno por otro, definitivamente no nos olvidaremos de esto, volviendo constantemente a ella en nuestros pensamientos. De esta manera, lograremos un gran trabajo.

Cada segundo, todos  manténganse olvidándolo y recordándolo una y otra vez. Juntos, completaremos muchos actos, al entrar en esta conexión y salir de nuevo, para seguir haciéndolo de nuevo. Y cada vez, al hacerlo, hacemos realidad las Reshimot (registros espirituales) que permanecieron en nosotros después de la ruptura de las almas.

Finalmente, después de unas cuantas acciones, llegamos a la Luz. Está escrito: «La Torá saldrá de Sión». En otras palabras, la recibimos gracias a estas salidas (Yetziót) de la unidad, cada vez que las resistimos y corremos de vuelta.

Por lo tanto, pensemos en nuestra unidad, en que nadie abandone estos pensamientos, en que todos aquí seamos individuos magníficos y únicos. Él fue elegido por el Creador, por lo tanto honro esta parte superior, la parte del Creador, en él. De tal modo, mientras asisto a cada uno desde dentro, nos organizamos gradualmente a nosotros mismos en un Kli (vasija) común, una sola alma.

Cuando este Kli compuesto de múltiples partes se une en el mínimo grado necesario, sentiremos inmediatamente la presencia de la Luz Superior del Creador, en él. Esperemos que alcancemos este estado hoy o mañana, o, a más tardar, pasado mañana.

De hecho, sucede cuando menos lo esperas, e incluso un instante antes que una persona lo vea venir. Puede, en efecto, ocurrir después de los esfuerzos que hemos descrito.

(31344 – De la Lección 1 de la Convención en el desierto de la Aravá 30 de Dieimbre 2010)

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