Un recurso inagotable para el avance

Cuanto más fuerte nos unimos, podemos incluir más chispas de otorgamiento al atributo de la recepción. De hecho, cuando trabajamos sobre la unión, estamos trabajando sobre la integración de estos atributos. No podemos trabajar con el deseo de placeres en su forma pura. Al referirnos al deseo, debemos ver que este ni siquiera está designado para el trabajo en otorgamiento. Entonces, ¿qué debemos hacer con él, si de por sí tiene una naturaleza opuesta?

Resulta que no tenemos posibilidad de recibir con intención de otorgar, y esto significa que no podemos dar al Dador ningún placer. Entre el Creador y el creado existe una barrera que abarca todas las peticiones del creado, los cuales anhelan el otorgamiento mutuo. Nuestra única opción es la integración entre las dos cualidades. ¿Cómo realizarlo? – para ello hay que elevar a Maljut e integrarla en el atributo de Bina. Así, según este mismo principio, se forma nuestro trabajo: la persona en relación al grupo, es como Maljut en relación a Bina. Cuando la persona se integra al grupo, se anula a sí mismo, así como Maljut se anula frente a Bina.

No tiene importancia que personas son las que componen al grupo, si han adquirido ya el atributo espiritual o no. Anulándose a sí mismo, uno recibe la Luz Superior a través de estas personas, no por medio de sus cualidades exteriores sino de la esencia interior que ya está corregida de cierta forma. Es de esta manera que el grupo constituye un medio inagotable, Bina pura. Cuando yo me anulo, puedo recibir a través del grupo todo lo que deseo. Si soy pequeño, entonces recibo del grupo un pequeño otorgamiento de parte de la Luz circundante. Si soy grande, entonces recibo del grupo una Luz grande que me corrige.

En mi relación hacia el grupo, soy yo quien determina que significa éste para mí. Esto no depende de los amigos, aunque sean amigos nuevos que recién han llegado a la sabiduría de la Cabalá. Cuando yo me doblego ante los deseos espirituales de ellos, penetro al interior y me conecto a su estado corregido, aunque todavía no hayan comenzado a corregirse, ya que todos nos encontramos en el final de la corrección, y a través de mi actitud hacia los amigos puedo despertar cada uno de los estados intermedios. Todo depende de mí, y no de ellos. Yo mismo determino en qué grado activo esta estructura llamada “grupo”.

Entonces el amor a los amigos se convierte en amor hacia el Creador. Una actitud correcta hacia ellos es una actitud correcta hacia Él. No podré hacerme apartarme a un lado de los amigos y darle al Creador algo más de lo que le doy a ellos. El grupo es un medio que me ayuda a “formarme” a mí mismo, a proporcionarme la forma de otorgamiento. Cuando paso mis deseos a través del grupo, es como si les hiciera una modelización y entonces recurro correctamente al Creador. 

 (De la clase diaria sobre la Introducción al libro del Zohar,  el primero de diciembre 2010)

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