Una ciencias cuyo tiempo ha llegado

Dr. Michael LaitmanLa sabiduría de la Cabalá es independiente de todo el resto de las ciencias y actividades humanas en este mundo. Ésta está oculta de la gente. Estudiar simplemente las fuentes no nos ayudará a entenderla. La Cabalá no ha sido dada para que la aprendamos solos, puesto que requiere de una guía personal que hará que sea posible aprender y alcanzar verdaderamente lo que dice en los libros.

La Cabalá no es sólo una ciencia, sino que es la sabiduría de la creación. Y se revela con la ayuda de una fuerza única que le llega a la persona, la cambia y la llena de la «Luz» del intelecto y la emoción, llena el cerebro y el corazón. Sólo entonces puede la persona encontrar la sabiduría de la Cabalá y convertirse en un cabalista. Y lo que él recibe es llamado «Torá» o «La Luz que Reforma». Esta Luz lo corrige y le da otro carácter compatible con el descubrimiento del mundo superior. Dentro de nuestra naturaleza presente, nosotros descubrimos sólo «este mundo», el nivel más bajo, el cual, de hecho, no existe, dado que este es totalmente dibujado por la percepción ilusoria del deseo de recibir. Cuando nosotros adquirimos un deseo de otorgar, en este nivel, él simplemente desaparecerá.

La sabiduría de la Cabalá habla acerca de todo el proceso al que debe someterse la persona para adquirir características compatibles con un nivel más alto, es decir, el deseo de otorgar a través del cual ella sentirá la realidad.

Y el camino comienza a partir de este mundo, en concreto desde el nivel más bajo, en el que la persona está completamente separada de lo que tiene que alcanzar. En primer lugar depende de ella el corregir sus instrumentos de percepción, y después de esto, ella comienza a investigar lo que recibió y lo que descubrió. El avance comienza desde aquí hasta que la persona alcance la fuente de todos los Kelim, vasijas, deseos, y todos los llenados dentro de ellos, lo cual es el Creador.

Con el fin de llevar a la persona a un resultado tan elevado, los cabalistas escribieron libros para nosotros.

Hay libros auxiliares que hablan de discernimientos psicológicos, como «Shamati», «Dargot HaSulam», «Shlavei HaSulam», y los artículos de Rabash y Baal HaSulam.

Del mismo modo hay libros puramente de Cabalá como, El Libro del Zóhar con el Comentario Sulam, El Estudio de las Diez Sefirot o «El árbol de la vida» del Ari. Los cabalistas los escribieron a partir del alcance de los mundos superiores con nuevas propiedades. Ellos los escriben sobre lo que sienten, lo que perciben, y lo que no es conocido para nosotros.

Pero cuando nosotros leemos estos libros, podemos adaptarnos; anhelar alcanzar esas emociones, esas correcciones, dentro de nuestros sentidos. Entonces la lectura despierta en nosotros la Luz que Reforma, que es la Torá, es decir, la instrucción, el método. Cuando ésta llega a nosotros, corrige nuestras intenciones de «recibir» y la convierte en intención de «otorgar», así podemos descubrir los fenómenos de un orden de magnitud diferente y descubrir el «mundo superior». Por supuesto, esto no nos habla de galaxias lejanas o tiempos lejanos, sino que se trata de la comprensión de una realidad cualitativamente nueva.

Yo no sé de dónde aparece la Luz, yo no la siento; pero siento los fenómenos que ella despierta. Empiezo a ser cambiado, de pronto siento una cadena de elevaciones y descensos, de diversos estados.

Y después de ser cambiado, descubro una realidad superior, entonces,  por medio de la lectura en los libros, empiezo a ser realmente consciente de lo que está escrito en ellos. Ahora puedo apuntar hacia esos detalles que ellos describen.

Supongamos que me compré una máquina grande y compleja. A pesar de no tener comprensión de sus principios de funcionamiento, aun así tengo un enfoque técnico y estoy listo para entender las instrucciones. Con la ayuda de las instrucciones escritas, yo empiezo a familiarizarme con los diagramas y a comprender la estructura del sistema hasta que lo aprendo todo.

Lo mismo nos sucede en la segunda etapa en la que vemos el sistema espiritual y aprendemos a trabajar con él. Este ya es el trabajo práctico verdadero, en el nivel del mundo superior.

Y además de eso, los dos escenarios principales (la atracción de la Luz que Reforma y el conocimiento práctico) se dividen en multitud de escenarios con las condiciones que los acompañan. Por ejemplo, la sabiduría de la Cabalá estaba prohibida para el consumo público, excepto para aquellos que ya estaban «maduros» para ello.

En general, el desarrollo tiene que empezar desde cero, desde el «Big Bang», desde el cual se desarrolló posteriormente la sustancia del inanimado, vegetativo y animado de forma gradual como continuación del mono, que es el más desarrollado en el mundo del animado, surgiendo el ser humano que alcanza en última instancia el nivel final del desarrollo egoísta. En otras palabras, nosotros somos obligados a renunciar, a descalificarnos a nosotros mismos, a reconocer nuestra maldad, y sólo entonces estamos listos y somos dignos de la sabiduría de la Cabalá.

Vemos por la experiencia de la historia, que siempre nos hemos desarrollado de acuerdo a este esquema. Por ejemplo, yo me mudo a un pueblo, me involucro en la agricultura, en la construcción de un hogar, en la conformación de una familia, dando a luz a los niños, en la compra de vacas y ovejas, y después de diez o quince años, o incluso menos, estoy harto de esto. Basta, ya no quiero continuar, necesito algo más que esto. Así que dejo la granja y me mudo a una ciudad y empiezo todo de nuevo.

En otras palabras, todo el desarrollo está basado en la anulación del nivel anterior y en un deseo de ascender al siguiente nivel. Nosotros debemos odiar el estado actual. A escala social, esto trae la revolución, y a escala internacional el tema causa guerras que a veces continúan durante décadas. Debemos siempre desesperarnos de la situación actual para poder pasar al siguiente estado.

Entonces, ¿cuándo se desesperará la humanidad de su desarrollo egoísta basado en la recepción «para recibir» y pasará al desarrollo altruista con una intención, «a fin de otorgar»?

Los cabalistas determinaron que esto ocurriría en el siglo XX, después de establecidas una serie de condiciones que incluyen el retorno del pueblo de Israel a su tierra. Entonces llegaría el momento para la revelación de la sabiduría de la Cabalá.

Baal HaSulam también habló de esto. Nosotros hemos recibido el permiso para regresar a la tierra de Israel y también para revelar la sabiduría de la Cabalá. Pero no todos recibirán este permiso, sino sólo ciertas personas. Porque hay personas a las quienes no se les dio un deseo y hay quienes no tienen conexión con esto. A otras personas se les dio un deseo, pero se les prohibió realizarlo. Pero hay aquellos que recibieron el conocimiento y también es posible que actúen. Más que esto, la divina providencia los empuja en varios aspectos hacia el descubrimiento de la sabiduría de la Cabalá, puesto que la generación ya es adecuada para ello.

Por lo tanto, Baal HaSulam escribe que todo lo que él alcanzó, y descubrió no se deriva de sus logros personales, sino debido a que esa generación ya lo requiere este descubrimiento.
(122331)
De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 12/6/13, Escritos de Baal HaSulam

Material Relacionado:
La sabiduría de la Cabalá es propiedad de todos
Cabalá ¿Sabiduría o Conocimiento?
Debemos diseminar el propósito perseguido por la Cabalá y no solamente la sabiduría misma

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *