De pie frente al espejo

Baal HaSulam, «Arvut» (Garantía mutua): «Resulta que él la regresa al mundo, como ellos dijeron, «un pecador destruye mucho bien». Debido a que no pudo superar su pequeña la lujuria, él hizo que la espiritualidad del mundo entero retrocediera».

Baal HaSulam nos habla acerca del sistema general en el cual nosotros existimos. La persona piensa que vive en un mundo que está formado por la naturaleza inanimada, vegetativa y animada, y además siete mil millones de personas. Ella no entiende que en realidad es el Creador quien se le presenta a Sí mismo de esta manera.

En otro lugar, Baal HaSulam dice que la persona que le causa tristeza a su amigo realmente está causándole tristeza al Creador. Es como si estuviéramos ante una especie de «pantalla»: el Creador se nos muestra en forma de inanimado, vegetativo, animado y de los seres humanos que están a nuestro alrededor, para que les respondamos a ellos y con su ayuda , junto con ellos, seamos capaces de llegar a la meta. Él nos ha preparado todo esto para facilitar nuestro camino hacia la meta.

Si todos nosotros no hubiéramos compartimos un deseo de recibir que no está dividido en partes, enfrentamos  una Luz, que no está dividida en una «Luz interior» y una «Luz Circundante», y enfrentamos muchas otras Luces y otras influencias, nunca hubiéramos sido capaces de corregirnos a nosotros mismos. Nuestro deseo de recibir es externo ahora, como resultado de la ruptura de las vasijas y se nos presenta en formas externas que son opuestas a nosotros. En general, yo odio a los demás en vez de amarlos. Si el deseo estuviera dentro de mí, amaría a los demás y los llenaría, pero de esta manera yo quiero robarles y vaciarlos, llenando sólo lo que ahora me parece que soy yo mismo.

Así que estamos enfrentándonos a un tipo muy especial de trabajo, en nuestra distorsionada percepción, en la oscuridad, y en la ceguera, podemos trabajar como si ya estuviéramos corregidos.

Yo no amo, yo odio el deseo de recibir de los demás y sólo quiero robarle a éste, y ahora tengo que llevarlo dentro de mí. El odio y el rechazo que me motivan realmente no están dirigidos hacia los demás, sino a mi deseo de recibir que se me presenta como alguien más. Se me muestra esta pantalla falsa de mi interioridad, la cual parece estar por fuera de mí mismo, que de esta manera me ayuda a relacionarme con mi interioridad de una manera espiritual corregida.

Si hubiera sentido mi deseo como mío, yo lo amaría y querría sentirlo, pero ahora lo odio, lo rechazo, y deseo vaciarlo. Esto me ayuda a formar la actitud espiritual adecuada. Incluso sin tratar de cambiar mi actitud hacia los demás, yo sólo tengo que cambiar mi comprensión de la imagen y reconocer el hecho de que lo que parece estar por fuera de mí, es mi esencia.

Por lo tanto, es claro que la Providence superior está jugando un juego especial con nosotros, al trabajar con los demás, nosotros trabajamos con nuestro deseo de recibir. El odio y el rechazo crean las condiciones adecuadas, y sólo el «hecho» de que este deseo no sea mío, me baja mientras tanto desde la altura espiritual del mundo de Ein Sof (Infinito) a la profundidad corporal de este mundo.

(80002 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 7 de Junio del 2012, «Arvut» (Garantía mutua)

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