Dos soluciones a la crisis

Opinión (JPGazeta): «La actual crisis del sistema económico mundial no es manejable dentro de los límites del actual modelo de distribución de la riqueza…

La contradicción fundamental es que las mentiras están en la base de la mayoría de los problemas de hoy en la economía mundial, es la contradicción asociada con el crecimiento de la productividad del trabajo.

Consiste en esto: con el crecimiento de la productividad del trabajo cada vez menos personas son necesarias para producir lo suficiente para satisfacer todas las necesidades de la población con la cantidad de productos naturales. Pero, esto inevitablemente conduce al creciente desempleo. Es decir, el número de personas que necesitan el producto crece, pero no se puede obtener un beneficio de ellos.

El número “extra » de personas desempleadas crece como una avalancha, lo que da lugar a un aumento de la productividad laboral que conduce a una mayor estratificación social y, paradójicamente a primera vista, a un aumento del número de pobres…

Todas las escuelas y teorías económicas de mercado tratan de resolver este problema fundamental estimulando el consumo a través de préstamos de consumo…

Estamos en una situación en la que los medios de producción, los bienes y el dinero, que pueden comprar estos productos, se concentran en manos del ultra bajo número de personas súper ricas. Y porque ellos mismos no tienen nada que vender, pero su consumo está completamente cerrado…, el motor de crecimiento de la producción surge de la nada y la economía global se estanca de manera previsible…

No estoy inventando nada aquí, todo está perfectamente predicho y descrito por el camarada Karl Marx en su Capital hace más de cien años».

Mi comentario: La crisis actual del sistema económico mundial no es manejable dentro de los límites del modelo de distribución de la riqueza existente… Debe surgir un sistema más unificado. Hay dos maneras de lograr el cambio: a través de la conciencia y la reforma (Ajishena – lo aceleraré) o por el conflicto (Beitó – en su tiempo). ¡Los cambios son inevitables, sólo podemos elegir el camino, corto y fácil o largo y doloroso, pero no el resultado!
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