Sólo los héroes entrarán al palacio del rey

Baal HaSulam, “Introducción al Estudio de las Diez Sefirot,” Ítem 133: Y sólo los héroes entre ellos, cuya paciencia resistente derrotó a los guardias y abrió la puerta. E instantáneamente se les fue otorgado mirar el rostro del Rey…

Pregunta: ¿Cuál es el grado de “paciencia resistente”?

Respuesta: Una persona llega a la sabiduría de la Cabalá “agonizando” para alcanzar todo de una sola vez, pero cuando no tiene éxito, empieza a enojarse consigo mismo, el Creador; y todo el mundo. Es así como el deseo sano, fuerte egoísta de una persona se expresa cuando se da cuenta que no tiene ninguna oportunidad de ser llenada, ya que es totalmente opuesto a la fuente de llenado.

El grado de paciencia se forma en una persona cuando empieza a entender lo que implica el camino espiritual y comprende la necesidad de cada etapa. Como si con un par de pinzas, grano a grano, la persona recoge sus impresiones acumuladas, completamente consciente de que sin estas, no puede juntar los “bloques de construcción” de su alma. Después de todo, el alma de una persona contiene dentro de ella miles de detalles diferentes, cada uno de las cuales debe refinarse, y es por esto que es imposible saltarse una cierta etapa.

Baal HaSulam escribe que sólo aquel que camina a lo largo del sendero para las correcciones  gana la mayoría, debido al hecho de que se somete a profundos discernimientos. De hecho nuestra alma no es un rompecabezas de dos dimensiones, sino más bien una estructura completa que se expande en profundidad en todas direcciones debido a que cada alma debe contener todas las almas dentro de ella.

Este es un espacio espiritual multidimensional donde una persona con su cuerpo se conecta absolutamente con todas las almas como si a parte de ella no hubiera nadie más. Por consiguiente, una persona tiene que llevar a cabo discernimientos muy grandes.

Entonces, la medida de paciencia no implica el grado de tu auto compostura o, a la inversa, impaciencia. El Creador es una inmutable ley de la naturaleza, y no hay nada que puedas hacer. Por ejemplo, en verdad, puedes gritar a una máquina todo lo que quieras cuando no puedes hacer que funcione, pero esto no te ayudará en lo absoluto.

El grado de paciencia es cuando una persona se esfuerza en obtener el acercamiento correcto a su avance espiritual con la ayuda de su entorno. En otras palabras, hasta que todos nosotros nos unifiquemos, nuestro Kli (vasija) no se completará, y no seremos capaces de entrar a las habitaciones del Creador. Debemos alcanzar un cierto grado mínimo, el llamado Seah (cantidad de esfuerzos). Esto requiere paciencia.

Tú debes constantemente dirigirte al grupo y pedirle apoyo, aprender a tener paciencia de los demás. Sin embargo, esto sólo se considera como paciencia cuando, de hecho es un compromiso mutuo con los demás.

Paciencia es cuando sé que no obtendré la espiritualidad primero que los otros. Tengo que trabajar junto con ellos, avanzarlos, y entonces en último lugar, entraré al mundo espiritual. Es precisamente  la conciencia de mi ser lo último que define el grado de mi paciencia. Esta es una propiedad muy importante que se deriva del hecho de que no hay nada sino sólo un único Kli (vasija) y la Luz, mientras yo solamente los estimulo hacia la unificación.

Esto es, cuando todos se esfuerzan por llegar a la cima de una montaña y pisan el palacio del Rey, yo no corro adelante de todos ellos, sino que los empujo desde atrás. Yo soy el último en línea. Si estoy dispuesto a hacer esto, esto significa que tengo resistencia de paciencia. Si asisto a todos, entonces después ellos llegarán a transformarse, yo, también me reformaré.

Nadie puede llegar a la corrección primero que su entorno. Esto se considera como una persona que es incapaz de elevarse por encima de su círculo ya que este es un sistema sano en donde todas sus partes interactúan las unas con las otras.

¿Cómo entonces habrá una parte que está corregida dentro de esta mientras que otra no lo está? Por lo tanto, mientras una persona se esfuerce más en elevar su entorno, llega a ser más exaltada. Sólo este tipo de acercamiento le conduce al éxito.

También, el grado de nuestra paciencia se mide por nuestra habilidad de transformar el sufrimiento, de tener que componernos, en otorgamiento y placer. En aquel caso, la medida de paciencia que “resistió” este trabajo se transforma en un gran Kli (deseo)

Después de todo, toda impaciencia es una expresión auténtica del ego que está “ardiendo” con deseo de ser llenado y odia todo lo que implica conseguir tal llenado. El grado de paciencia de una persona domestica a este ego, lo reforma, y llega a ser el criterio de avance espiritual del hombre.

Por último, la medida de paciencia son los mismos Kelim no corregidos que me separan del Creador ya que es en ellos donde siento la impaciencia.

[37071] De la Lección Diaria de Cabalá del 25 de febrero de 2011, Introducción al Estudio de las Diez Sefirot

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