La guerra nos enseña que la fuerza común, la inclusión mutua, la unidad de la gente, es mucho más poderosa que la fuerza de un individuo que quiere gobernar sobre la comunidad. Hay guerra entre lo general y lo particular. Y el grado en el que la fortaleza de la comunidad supera la fortaleza del individuo, determina el resultado de la guerra.
La sociedad humana siempre fue gobernada por dos fuerzas: poder y dinero. Ahora, de pronto, tenemos que la verdad no gana del lado que hay más dinero y más poder físico, es decir, armas, sino, del lado donde está el poder de la unidad.
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Sólo este poder está por encima de todo. No hay más guerras físicas ni financieras esperando en el camino de nuestro desarrollo, sólo la guerra por la unidad. La unidad nos mostrará el estado correcto de la sociedad humana, en el que todo estará bien y todos estarán satisfechos.
De la lección diaria de Cabalá 14/mar/22, “Ganando la guerra (Contra la inclinación al mal)”