Volando sobre las alas del otorgamiento

No existen maquinas, aviones, electricidad, pan o agua, yo cree todas estas formas por medio de mi deseo de disfrutar, y así es como todas estas aparecen ante mí. Ellas solo son la fuerza de la recepción, la forma del otorgamiento, la pantalla y la Luz Reflejada, de acuerdo con la forma en que se pueden vestir unas en las otras. 

Las formas naturales que existen en la naturaleza vienen de la Luz Directa, mientras que aquellas creadas por el hombre vienen de la Luz Reflejada. Todo lo que producimos en este mundo por medio de nuestro trabajo no son más que las formas de nuestro deseo de recibir creado por medio de nuestro esfuerzo, la Luz Reflejada.

Yo tomo mis deseos y comienzo a modelar un carro a partir de este, como si fuera plastilina o masa. Es mi realización, mi forma, mientras que la sustancia, el deseo de disfrutar se nos da desde Arriba. La imagen completa cambia solo en nuestra pantalla. Hoy en día una persona está acostumbrada a algo similar a una pantalla de computadora tanto, que él  ni siquiera quiere mirar a su alrededor. Para él, la pantalla de una computadora se ha convertido en una verdadera realidad. Si existimos siempre dentro de una pantalla, no tendremos idea de que hay algo más aparte de esto. 

El único mecanismo basado en las Luces Reflejada y Directa, opera todo el tiempo en todos los niveles. No obstante, la imagen comienza a cambiar cuando nosotros desarrollamos un deseo que se vuelve similar al de la fuerza interna, la cual gobierna esta realidad entera. No nos nace existir dentro de esta realidad; querremos unirnos con la fuerza que lo maneja desde dentro. La buscaremos, ¡deseando estar junto a ella!

Y entonces percibiremos la realidad simplemente como materia, y no como nuestra parte inseparable. Ahora vivimos dentro de esta materia gobernada desde Arriba. Ahora, yo deseo penetrar las moléculas y átomos como si fuera a revelar la fuerza espiritual, la mente y plan superior, y vivir en ellos. ¡Controlaremos por sobre la materia junto con Él! Es decir, me elevaré a mi mismo por encima de la materia, sobre los grados inanimado, vegetativo y animado.

Pero ¿qué pasa con aquella persona que ahora esta brillando su auto favorito? ¿Cómo podemos estar de acuerdo con que este mundo solo es para fanfarronear? Ningún seguro pagará por su auto el cual será dejado en la Luz Reflejada, entonces ¿que obtendrá de regreso?

El no tiene que preocuparse; sentirá que puede volar aun sin su auto. Para moverse, el no necesitará ningún medio auxiliar de los niveles inanimado, vegetativo o animado: ni un camello, tampoco un carruaje o un avión. El volara por sus propias fuerzas, ¡por las fuerzas del hombre! ¡La Madre Bína le prestará sus alas!

(34814 – De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 08 de Febrero del 2011, «La Esencia de la Sabiduría de la Cabalá»)

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