El trabajo único del adaptador espiritual

Dr. Michael LaitmanEn la espiritualidad un ser humano es la parte que coordina entre el Creador y los seres creados. Él también es llamado «Israel», lo cual significa directo al Creador (Yashar El). Se nos dice: «Eres llamado Adam (humano) y no las naciones del mundo». Después de todo, el Masaj (pantalla) que yo le proporciono a toda la humanidad es el verdadero «yo», el ser humano en mí. Tomo el Aviut (grosor) de las «naciones del mundo», la Luz del Creador, y tengo que construir un Masaj en relación a ellos.

La meta de cada Partzuf superior es en realidad un «adaptador», un «conector», la transición que no tiene nada propio, excepto la adaptación a las necesidades de otros. Este es mi trabajo, mi designio. Quien tiene un punto en el corazón tiene que hacer eso, esto es lo que estudiamos.

Pregunta: ¿Qué superamos con eso?

Respuesta: Nosotros tenemos que superar las interrupciones que evitan que ayudemos al mundo y mediante eso darle contento al Creador. De acuerdo a la fábula, Él en realidad quería entregar la Torá, es decir el método de corrección, a las «naciones del mundo», y la nación israelí la recibió sólo como un punto de transición, como un adaptador y un conector. Las naciones del mundo tienen las vasijas, las Luces están arriba, y la nación israelí, aquellos con puntos en el corazón, tienen que adaptarse a ellas. Entonces resulta que somos el Partzuf superior, el adaptador, o en otras palabras, un Masaj y Luz que Retorna.

Sólo necesitamos esforzarnos y nada más que eso. Nuestro deseo es pequeño en comparación con el deseo de las naciones del mundo, y entonces está escrito, «Son pocos entre las naciones». Somos pocos no cuantitativamente sino con respecto al deseo de recibir, ya que nuestro Aviut corresponde al nivel de Bina y adquirimos todas las adiciones después de la ruptura. Nuestro único designio es servirle a Maljut, es decir a los deseos de las naciones del mundo, y construir el tercer templo a partir de ellos. Nosotros tendremos que llenar todos los deseos y las pasiones espirituales que se revelarán en ellos.

Entonces está escrito: «La sabiduría de las naciones del mundo, créela, la Torá en las naciones del mundo, no la creas». Sus vasijas tienen que recibir la Luz de Jojma, y la Torá es el método de corrección que existe sólo entre la nación de Israel, que está designada para evocar la Luz que Reforma, para corregirse a sí misma, para calcular las cosas con respecto al Masaj, y llevar la Luz de Jojma a las naciones del mundo. Nosotros establecemos la conexión y el sistema y las naciones del mundo proporcionan los deseos.

Pregunta: Esta misión no parece muy difícil. Sólo tenemos que transmitir algo a las naciones del mundo como mensajeros; ¿Qué tiene de difícil el trabajo de este «adaptador»?

Respuesta: Primero, en el nivel de los ancestros nos separamos de las vasijas de AHP, es decir, abandonamos Babilonia tras haber corregido nuestras vasijas que pertenecen a GE. Después en el nivel de los hijos corregimos nuestro AHP mediante los exilios, especialmente el exilio en Egipto, y hemos adquirido una vasija completa, pero sus dos partes son nuestras, dado que pertenecen al nivel de Bina y eso no es suficiente. Entonces tras el éxodo de Egipto, la conquista de la tierra de Israel, y la construcción del Templo, toda nuestra vasija se rompió y cayó al nivel de las naciones del mundo, hasta el cuarto y último exilio.

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Ahora tenemos que comenzar a corregir las cosas, pero no la corrección que hubo antes. En ese entonces no pasamos por la ruptura, y hoy tenemos que tomar nuestras «vasijas» y sacarlas de las «naciones del mundo». Esta es ya una gran cantidad de trabajo. En adición a eso, los representantes de las naciones del mundo también se nos unen.

Primero tenemos que reconstruirnos como la vasija única que solíamos ser y después comenzamos a trabajar con las «naciones del mundo», dado que la conexión ya existe desde los días del exilio. Entonces incluso cuando comenzamos nuestra auto corrección, en este momento, ésta es transmitida a ellos, y, así, no sólo nos reconstruimos sino que además los incluimos a todos en la corrección y nos elevamos a niveles mucho más elevados.

Cuando Israel se eleva de nuevo, las naciones del mundo inmediatamente la siguen y entonces ella tienen por quién pedir, por el verdadero AHP y no por el AHP de Bina «no desarrollado».

Entonces el papel de «Israel» es tomar la deficiencia de las «naciones del mundo» y con esta, elevarse hasta el Creador y preparar la vasija de la Shejiná (Divinidad) para ellas. Esta está construida con diferentes deseos de las naciones del mundo, no importa cuán listas estén ellas. Lo principal es que ellas sienten que el llenado de arriba pasa a través de nosotros. Entonces son capaces de adherirse a nosotros y recibirlo.

Así le damos nosotros contento al Creador. Dado que es a ellas a quienes Él prometió darles la Torá, a las verdaderas vasijas de recepción, y nosotros somos sólo los medios para la corrección de esas vasijas.

Entonces vemos claramente cuán importante es diseminar alrededor del mundo. La «Torá» es un sistema general inseparable, que se revela en todas partes. Resulta que nosotros estamos conectados en una red y no podemos separarnos y escapar de ella. Esta red, la conexión entre las personas, es la «Torá». Esta existe en todos los niveles en todo el camino hasta la conexión absoluta en la que  todos se vuelven «como un hombre con un corazón». La Torá es la vasija general y la Luz general en ella es llamada «El Creador». Hoy debemos corregir el deseo de recibir con el fin de conectarnos por encima de este en otorgamiento mutuo hacia el Creador.

(104827 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 11 de Abril 2013, El Zóhar)
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