No es necesario irse a un monasterio

Pregunta: ¿Cómo es posible no preocuparnos acerca de nuestras vidas materiales, incluyendo el trabajo y la familia? ¿Qué debemos hacer si las crudas necesidades nos obligan a poner más atención a esto que al grupo? ¿Cómo podemos enfocar toda nuestra atención solo en el punto de libre elección?

Respuesta: Nosotros vivimos en este mundo donde la persona tiene que casarse, trabajar y ser un ciudadano con plenos derechos. Nosotros percibimos las condiciones externas como legítimas por que este mundo no fue creado precisamente de esta forma por accidente, siendo separados del proceso, tenemos que atravesarlo. Todo desciende del mundo espiritual y nos rodea por necesidad.

Todas las vueltas y revueltas que la humanidad sufre en su totalidad y cada persona individualmente tienen que tomar su lugar precisamente en este camino, no importa la forma en que sean expresadas. No hay accidentes. Es por esto que la persona tiene que vivir una vida normal y cuidar de todas las necesidades como es comúnmente aceptado por su sociedad.

¿Qué significa “comúnmente aceptado”? Una persona tiene que cuidar las cosas que son vitalmente necesarias y asegurarse una existencia normal para sí mismo. El tiene que tener una familia, una casa, hijos, fondo de retiro, ir de vacaciones y así sucesivamente. Las horas de la mañana han sido asignadas a nosotros para el estudio de la Cabalá, aunque nosotros  las “robamos” del  descanso o del sueño. En adición, nosotros debemos dedicar una hora o una hora y media a la Cabalá antes de ir a dormir, con esta condición una persona tiene la oportunidad de hacerlo así.

Así está construido nuestro mundo. Por naturaleza un hombre dedica menos tiempo para encargarse de las tareas de la casa que una mujer y es por esto que él tiene que compensarlo estudiando Cabalá. Esto es lo que los cabalistas del pasado también hicieron. Rabásh trabajó como obrero, tendiendo caminos, en la construcción, aun él se levantaba dos o tres horas antes que los demás a estudiar. En la noche, después del trabajo, cuando todos descansaban él también se sentaba y estudiaba.

Por esto, no deberíamos dejar atrás todas nuestras preocupaciones materiales. Es solo que tenemos que dar el significado apropiado a todo. Algunas personas menosprecian esta vida y quieren volar alto sobre esto, como ángeles pequeños, pensando, “La única cosa que me importa por ahora es mi alma”. Bueno, este es un enfoque incorrecto por que el “alma” es tu deseo por el placer el cual ha sido corregido por la intención de otorgar a tu prójimo. Pero hasta entonces, no tienes un alma. Esto tiene que ser claramente entendido.

Primero discierne tu deseo egoísta corrupto y trata de corregir aun que sea una parte de él. Entonces adquirirás un alma. Esto solo puede ser hecho como la ayuda del entorno así como una participación normal, comúnmente aceptada en todas las preocupaciones de una vida regular.

La ciencia de la Cabalá habla acerca de la corrección del mundo, la corrección de las todas personas por que tiene una actitud muy realista hacia cada persona y hacia su vida y hacia la sociedad humana como un todo, en una palabra, hacia todo. La Cabalá ve este mundo como el resultado del mundo espiritual. Es precisamente en las condiciones en que nos encontramos aquí  que tenemos que experimentar la corrección.

No nos desconectamos a nosotros de la vida en lo más mínimo, de la forma en la que se hace en algunos otros métodos. Vivir el mundo, marcharse a un monasterio, a una célula o sentarnos en posición de flor de loto en una montaña lejana, nada de esto está de acuerdo con nuestro método por que una persona tiene que estar envuelta en una vida humana común.

(36258 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 22 de Febrero del 2011, Escritos de Rabash)

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