Esclavitud voluntaria: Cumplir las leyes de la naturaleza

Hoy estamos en un estado especial, en el cual, por primera vez la humanidad ya no comprende su deseo. Está produciéndose un cambio muy importante: toda la humanidad está pasando del primer grado o «inerte«, al segundo grado o «vegetativo». Por ahora, esto no está claro para nosotros, pero es sólo el comienzo.

Poco a poco, entenderemos que la naturaleza, nuestros deseos, el gobierno superior y nuestra vida familiar habitual, todo es relativo, depende de algún factor que es desconocido para nosotros, que no podemos sentir ni tomar en cuenta. Llamamos a este factor, la sociedad, el entorno, la humanidad global e integral, una nueva conexión entre nosotros que se está descubriendo hoy. Pero en realidad, a una persona se le enseña que es completamente dependiente de toda la humanidad; estamos absolutamente en sus manos.

Actualmente estamos saliendo de la subordinación inconsciente hacia el gobierno superior, bajo el cual existíamos dócilmente en el «nivel inanimado», creyendo que se trataba de la única forma de vida y que debíamos acostumbrarnos a eso porque no había nada más. Pero ahora, se nos está mostrado en esta vida otro componente, otro factor: el entorno. De hecho, no es un entorno externo, sino la fuerza superior que se nos está revelando. Una persona comienza a sentir que depende del entorno, el medio ambiente depende de él y existe una influencia mutua entre ellos.

En esencia, se trata de la revelación del poder del Creador con respecto a los seres humanos. Y de acuerdo con esto, las personas cambiarán para escapar de los problemas y dificultades inminentes ya que permanecen en el deseo de disfrutar. Diversos fenómenos están comenzando a desplegarse frente a las personas, y sienten que son unos receptores. Ven que hay alguien, un gran dador, el entorno, el mundo, del cual dependen. Por lo tanto, se produce la revelación de la Luz, del gobierno superior respecto al hombre.

Y cuando la persona entiende que todo depende completamente del entorno, entra en la segunda etapa de desarrollo: el estado «vegetativo». Él tiene que darle a la comunidad de la cual recibe, dándose cuenta de que existe la ley de reciprocidad, y que no será bueno para él o para la sociedad si sólo recibe.

Ya no divide al mundo rígidamente en dos partes: él y «ellos», es decir todos los demás. Estando en el «nivel inerte», buscaba sólo recibir, pero porque no tenía conciencia y lo hizo instintivamente, eso no se cuenta como recepción; él sólo estaba obedeciendo a su naturaleza.

Y ahora, cuando se eleva al grado «vegetativo», debe realizar acciones conscientes y dar a cambio. Es decir, tiene que cambiar su comportamiento, que en el grado inerte era considerado 100 por ciento correcto, a pesar de que robó y tomó para sí, ya que su naturaleza le obligaba a hacerlo.

Ahora, se le da un poco de libertad desde su propia naturaleza, y en consecuencia, debe dar al entorno. Todo el mundo debe llegar a esto; debemos aprender no sólo a recibir, sino también a dar.

Por ello, completamos el grado inerte de nuestro desarrollo. Todos los otros grados: vegetativo, animado, y humano se sumarán al primero, al grado inerte. Según la medida en la cual revelo mi egoísmo por encima del grado inerte, en esa medida, corregiré mi inclinación egoísta y regresaré el grado inerte para obedecer las leyes de la naturaleza como un esclavo, pero voluntariamente.

Por lo tanto, todo se basa en el nivel inanimado. Dentro de este HaVaYaH está toda la creación y la actitud de la fuerza superior hacia esto.

(52675 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 26 de Agosto del 2011, Shamati # 115)

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