La simple ley de la garantía mutua

Con el fin de acelerar nuestro desarrollo, se nos dan todo tipo de obstáculos que nos apartan y confunden creyendo que no es necesario esforzarnos y que podemos simplemente esperar hasta que todo cambie por sí mismo. O, empezamos a pensar que ya hemos hecho un esfuerzo suficiente, pero que no hemos encontrado aun la revelación espiritual. Tal vez, el Creador dejó a Sus criaturas, o no se supone que esto ahora sea para nosotros, y debemos esperar otra oportunidad, posiblemente en la próxima vida. La persona encuentra varias excusas sólo para eliminar la obligación de esforzarse.

Sin embargo, se nos dice: «La ley está dada y no puede ser transgredida». La Luz superior permanece en reposo absoluto, y estamos dentro de ella. Nuestros deseos pueden desarrollarse sólo a través de nuestros esfuerzos. La medida de corrección de nuestro deseo y, en consecuencia, la Luz revelada en él, dependerán de la medida de nuestro esfuerzo. Es una ley simple.

No debemos olvidarnos de esta ley y constantemente debemos recordarnos a nosotros mismos respetar este principio en el grupo, sin dejar lugar a las dudas y al debate, a fricciones diversas, ni preguntas: «¿Por qué no puedo recibir nada? ¿Dónde está el pago por mi trabajo, donde está la revelación, dónde está la recompensa deseable? «

Si estás preguntando, «¿Dónde está?» Aquí está, justo en frente de ti, ¡tómala! Y si no la ves, si no puedes tomarla, significa que no está listo todavía. Por lo tanto, sigue esforzándote. ¿Qué se puede hacer si no encuentras lo que está a tu lado?

Por lo tanto, no debes pensar que es posible alcanzar la espiritualidad a través de algunos medios especiales, mágicos, secretos. Nada te ayudará con excepción del trabajo. La falta de sensibilidad es lo que oscurece al Creador y a la Luz superior. La sensibilidad puede ser mejorada sólo a través de los ascensos y descensos, exclusivamente a través del esfuerzo y la búsqueda.

También está prohibido escuchar a alguien hablar de la desilusión y la fatiga. Una vez  alguien suspiró con fuerza durante la lección de Baal HaSulam, y Baal HaSulam se puso furioso con esa persona, diciendo que no quería oír nada por el estilo. La persona puede llegar a estar cansado físicamente, pero ¡no puede estar cansado del trabajo espiritual, de los esfuerzos internos! Es inaceptable mostrar tal estado de ánimo hacia el exterior.

Es comprensible que esas personas experimenten diferentes estados, ya que no son dueños de ellos. Sin embargo, la persona no debe mostrarlos a la gente que la rodea. Por el contrario, no importa lo que uno sienta por dentro, siempre debe verse inspirado y dispuesto a poner esfuerzo en todo. Este es el requisito de nuestra garantía mutua.

(43383 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/18/2011, Baal HaSulam carta 56)

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